En el marco del 12º aniversario de la organización Transformación Colectiva con Equidad A.C., su fundadora Alma Rosa Aguirre Reyes compartió los logros y retos que se tienen en el comedor comunitario que ha funcionado como un pilar solidario para cientos de familias afectadas a dos años del impacto del huracán Otis y John en Guerrero.
El comedor nació como una respuesta urgente tras el paso del huracán Otis y ha ido en constante evolución hasta convertirse en una red de apoyo integral para mujeres en situación de vulnerabilidad y ciudadanía en general.
Actualmente, el comedor comunitario recibe el respaldo del Fondo Canadá para Iniciativas Locales y del programa Mujeres Reconstruyendo Guerrero del Fondo Semillas.
Quienes hacen entrega de apoyos, que ayudan a garantizar el derecho a la alimentación de la población beneficiada y se les ha dotado de agua potable a las familias, especialmente para personas adultas mayores, menores de edad y mujeres que han sido víctimas de violencia.
“Una semana damos desayunos calientes y otra semana repartimos agua purificada”, explicó Aguirre Reyes.
Durante los momentos más críticos tras paso del huracán Otis, el comedor llegó a atender hasta 400 familias al día, incluyendo miembros de la Guardia Nacional y voluntarios de diversos programas sociales.
En la actualidad, la demanda ha disminuido, pero aún se mantiene la entrega de cerca de 150 desayunos de lunes a viernes, además de agua purificada para quienes llevan sus propios garrafones y recipientes.
Además de alimento y agua potable, realizan la entrega de artículos de higiene como toallas sanitarias, shampoo y cloro, gracias a la generosidad de donantes. También se han organizado campañas de salud, distribución de juguetes y leche para los menores de edad.
Aguirre Reyes, comentó que las familias pueden llevar hasta dos garrafones por núcleo familiar, ampliando el beneficio a hogares multifamiliares.
El comedor comunitario dota de alimentos a adultos mayores, que representan el 70% de los atendidos, de los cuales la mitad son mujeres. También se apoyan a niños, madres solteras y jóvenes en situación de riesgo.
“Buscamos que todos los alimentos sean nutritivos y que integren verduras que muchas veces no son parte de su dieta habitual, como la espinaca o la acelga”, comentó.
Finalmente, recalcó que el funcionamiento del comedor y purificador de agua, tiene una base de colaboradores conformada por tres cocineras de planta, voluntarias y una red de apoyo de familiares, amistades y fundaciones como Fundación Simi, Fundación Holcim y CECATI 185, quienes aportan donaciones y servicios.