Jesús Saavedra

Un centenar de trabajadores por contrato de la Secretaría de Salud tomaron más de dos horas las oficinas del edificio Juan Álvarez en el centro de Chilpancingo para exigir la entrega de bases a mil 800 personas.

Este lunes antes de las 8 de la mañana los trabajadores llegaron a estas oficinas en donde se encuentra la dirección del Registro Civil, la delegación de la Secretaría de Finanzas en la zona Centro.

La manifestación sorprendió a trabajadores y usuarios que a diario acuden a realizar algún trámite, lo que provocó molestia en la mayoría de las personas.

El dirigente de los inconformes, Honorio Tapia Meléndez recordó que en el sexenio pasado el presidente, Andrés Manuel López Obrador prometió entregar bases de trabajo a trabajadores precarios que laboraban bajo contratos eventuales.

Señaló que ese proceso no concluyó y que unos mil 800 trabajadores administrativos, personal de cocina, camilleros, paramédicos, archivo clínico, mantenimiento, “que quedaron fuera del proceso de contratación y estamos exigiendo que también se nos den bases de trabajo, es un acto de injusticia y discriminación que no hayan sido beneficiados”.

Tapia Meléndez indicó que el proceso de entrega de bases a esas personas no se ha realizado porque no hay una “actualización de la base de datos de los trabajadores no lo han hecho y lamentablemente los compañeros quedaron fuera del proceso de basificación porque tienen un contrato eventual, es la misma situación laboral que tenemos desde hace décadas”.

Denunció que hay trabajadores “despedidos de manera injustificada, exigimos que liberen los días de descanso, el aumento salarial que se acordó hace más de dos años”.

El trabajador pidió también un “alto al hostigamiento del jefe de recursos humanos del Hospital de Tlapa, la jefa de Enfermeras del Hospital de Atoyac, la del Hospital de Ayutla, la directora del Centro de Salud de Tlapehuala”.

Los inconformes cerraron los accesos al edificio y también el acceso del estacionamiento, estuvieron bloqueando el edificio hasta después de las 10 de la mañana cuando enviados del gobierno del estado convinieron con los inconformes una mesa de trabajo y hasta entonces se retiraron del edificio y se reanudaron las actividades con normalidad.