A cuatro meses del paso del huracán “John”, el puente sobre el Río Omitlán sigue sin ser reconstruido, afectando gravemente a los habitantes de los municipios de Tecoanapa y Ayutla, así como a algunas comunidades de Juan R. Escudero, Pues la falta de paso vehicular ha provocado un alza en los precios de la canasta básica, ya que los comerciantes deben pagar cuotas adicionales para trasladar sus productos a través de hamacas improvisadas.


El fenómeno meteorológico, que azotó el Estado de Guerrero, entre el 23 y 26 de septiembre del año pasado, derribó por segunda ocasión el puente ubicado sobre la carretera Tierra Colorada-Cruz Grande dejando incomunicadas a cientos de familias de diferentes localidades y municipios.


Y a pesar de que las autoridades estatales, recientemente informaron que la vía provisional estaría lista para el 28 de febrero, los pobladores dudan que se cumpla el compromiso, pues después de más de un mes de trabajo, la obra sigue inconclusa y ni siquiera se ha avanzado la mitad.


En el lugar se pueden observar dos maquinarias pesadas y varios camiones de volteo trabajando en la construcción del paso provisional, aunque también hay al menos dos unidades descompuestas, lo que retrasa aún más los trabajos.


Ante la tardía respuesta de las autoridades por habilitar el paso vehicular, el sábado pasado, los habitantes de esta región habían convocado a una protesta en la Autopista del Sol para exigir respuestas, sin embargo, la movilización fue suspendida debido a la sorpresiva interrupción de la señal telefónica en los municipios y comunidades convocadas.


Isaid, un joven que viaja por lo menos 3 veces por semana por los puentes colgantes, relató que el costo de los productos se ha elevado considerablemente debido a la cuota voluntaria que les piden al momento de cruzar sus productos.


Por lo tanto, los habitantes hicieron un llamado a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda y a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para que atiendan el problema antes de que la desesperación de la gente provoque diversas movilizaciones.


Además, advierten que si la obra provisional no es terminada cuánto antes y es lo suficientemente resistente, las primeras lluvias del año podrían arrasar con ella, tal como ocurrió en su momento con los efectos de Ingrid y Manuel.