ACAPULCO. —A más de un año del devastador paso del huracán Otis, Playa Honda se prepara para otra temporada de vacaciones de invierno sin poder recibir plenamente a los turistas. La razón: embarcaciones destruidas por el huracán continúan varadas en la arena, impidiendo el uso normal de esta playa.

Desde que Otis, con vientos superiores a los 300 kilómetros por hora, azotó la costa, numerosas embarcaciones fueron arrastradas hasta Playa Honda. Según datos de la Capitanía de Puerto, de las más de siete mil embarcaciones registradas en Acapulco, al menos 700 sufrieron daños y fueron desplazadas por la fuerza del viento, muchas de ellas terminando en la arena de Playa Honda.

Esta situación no solo afecta a Playa Honda. Playa Manzanillo, otra de las 21 playas de Acapulco, también enfrenta una baja afluencia turística debido a la presencia de restos de lanchas y yates, creando un improvisado astillero que dificulta el disfrute de este espacio.

Aunque la Capitanía de Puerto inició en noviembre de 2023, un mes después del huracán, los procesos de notificación para el retiro de las embarcaciones, a más de un año de la tragedia, aún persisten restos de lanchas y yates de lujo en Playa Honda.

Noé Castillo, empresario restaurantero en Playa Manzanillo, ha expresado la frustración de los comerciantes locales, quienes desde hace meses han solicitado la intervención de las autoridades para el retiro definitivo de las embarcaciones.

“Desde hace meses, estamos pidiendo el retiro de las embarcaciones, pero no se ha procedido a quitarlas todas, solo algunas se han retirado pero aún hay algunas que evitan que llegue la gente hasta Playa Honda”, declaró Castillo.

El empresario lamentó que, al igual que en las pasadas temporadas de Semana Santa y verano, Playa Honda se verá nuevamente afectada durante las vacaciones de diciembre, impactando negativamente la economía local debido a la falta de turistas tanto en Playa Honda como en Manzanillo.

Castillo hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas y obliguen a los propietarios de las embarcaciones a retirarlas de la zona de playa, permitiendo así la recuperación de la actividad turística en estas importantes zonas de Acapulco.