Michel Vargas
ACAPULCO. —De 10 a 15 días es el lapso de tiempo que derechohabientes de distintas Unidades Médicas Familiares (UMF) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) deben esperar para obtener sus medicamentos para tratamientos de dolores crónicos y pacientes con diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Si bien los pacientes tienen sus recetas médicas expedidas por los médicos familiares de las clínicas, al llegar al área de farmacia les indican que los medicamentos recetados, no están disponibles por lo que deben comenzar con un proceso burocrático extremadamente lento y nada seguro.
En la Unidad de Medicina Familiar número 9 del IMSS en Acapulco, familiares o los propios pacientes acuden a la ventanilla de Contabilidad para entregar la receta original, recibir un sello y esperar a que el medicamento pueda llegar a la clínica.
De acuerdo a los pacientes, el personal les informa que en un lapso de 10 días podría llegar el medicamento, aunque dicho lapso de tiempo podría variar y extenderse por más días.
Al cumplirse los 10 días estipulados por el personal, los pacientes acuden nuevamente a verificar si llegó el medicamento y en la mayoría de casos, les piden que acudan en siete días para volver a preguntar la existencia del tratamiento.
De acuerdo a algunos pacientes con diabetes, tienen medicamentos recetados desde hace casi dos meses y no han sido surtidos, por lo que les piden que actualicen las recetas médicas para que se vuelva a solicitar el envío.
Cabe resaltar que estas medicinas no deberían suspenderse en el tratamiento de pacientes con diabetes ya que al hacerlo, sus niveles de azúcar podrían aumentar y disminuir su calidad de vida.
En algunos casos, son los propios pacientes quienes optan por comprar el medicamento de manera externa y llegan a gastar hasta 3 mil pesos mensuales para continuar su tratamiento normal.