Jesús Saavedra

La presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo no quiso hablar sobre el hallazgo de restos de 11 personas en la batea de una camioneta en el bulevar de Chilpancingo y que pudiesen estar relacionados con 16 personas desaparecidas desde la última semana de octubre.

Sheinbaum Pardo dio por concluida la conferencia matutina en Palacio Nacional y una reportera alcanzó a preguntarle sobre el hallazgo de los restos de 11 personas en la batea de una camioneta en Chilpancingo la noche del miércoles en el punto conocido como el Parador del Marqués.

La reportera le preguntó de este hecho de violencia y si se había abordado en la reunión del gabinete de Seguridad, que se realiza antes de la conferencia matutina en Palacio Nacional, “sí” contestó rápido.

Pero acotó, “si quieren el martes lo presentan (en el gabinete de Seguridad), si quieren mañana damos más información de este tema” y evitó hablar más del caso.

Desde finales de octubre se encuentran desaparecidos Héctor Santos de la Cruz, Raymundo Santos Francisco, Leandro Geovani Francisco Sacristán, Jaime Cayetano Tolentino, Pedro Israel Barrera Millán, Inés Morales Lorenzo, Marco Antonio Barrera Millán, Flor Itulia Cabrera Sánchez, Diego Alonso Francisco Sacristán, Mario Francisco Millán, Clara Francisco Barrera, Ángel Barrera Millán, José Enrique Francisco Cabrera, Abraham Reyes Cayetano, Alfonso Francisco Cabrera y Javier Barrera Millán, vecinos de la comunidad de Chautipan, municipio de Chilpancingo.

Según sus familiares acudían a ferias en los poblados a vender trastes y la última comunicación que tuvieron fue cuando estaban en la comunidad de El Epazote, municipio de Chilapa.

Desde la semana pasada se intensificaron los operativos de localización y búsqueda de esas personas, entre los que se encontraban menores de edad y mujeres; incluso la Fiscalía General del Estado (FGE) ofreció el lunes una recompensa de 1 millón de pesos a quien proporcionara información para su localización.

El pasado martes el comandante de la 35 Zona Militar, Jorge Pedro Nieto Sánchez anunció que la Comandancia General del Ejército había decidido desplegar a Guerrero a un regimiento de 400 soldados de tropas convencionales y fuerzas especiales para buscar a estas personas, que afirmaba se encontraban “retenidas contra su voluntad por un grupo delincuencial conocido como Los Ardillos”.