Anselmo Carranza Sánchez, quien es coautor del atlas de riesgo y peligros naturales del 2009 del estado de Guerrero, explicó que se debe generar este documento para tener una medición exacta del riesgo que existe en Acapulco y de manera especial, en las cordilleras de los cerros pues así se podrían realizar medidas preventivas.

Urgió a las autoridades del Gobierno Federal a crear un enfoque social para que se respeten las reservas territoriales de desarrollo pues a la fecha, las montañas han sido invadidas lo que ha generado un riesgo latente en la población acapulqueña.

Explicó que hay una parte afectada en cada temporada de lluvias y es la zona del delta del río de la Sabana, pues este cuerpo de agua dinámico ha afectado calles y carreteras, por lo que se deben implementar construcciones que respetarán las zonas de humedales y los manglares.

“El riesgo, el peligro y el desastre aparece cuando progresivamente después de 1993 con la construcción de la autopista empieza a aparecer el desastre, por que ya hay personas que se inundan cuando antes no lo había y no estaba la autopista que bloqueaba los flujos naturales de los caudales del río de la sabana y de otros afluentes que vienen de la Zapata y que cruzan Renacimiento”, explicó.

Comentó que la zona de la Venta y Renacimiento son los puntos que han sido modificados por el hombre, lo que ha generado que el río de la Sabana entre a la zona urbana, generando afectaciones considerables en la población.

El experto comentó que el plan principal podría ser la desviación del río de la sabana, para así poder diversificar el río y crear reservas incluso de esparcimiento con corredores eco turísticos, y una nueva zona habitable sin riesgo, lo cual generaría una inversión extraordinaria para las autoridades.

Este atlas de riesgo serviría para tener un mapeo logístico de las afectaciones que generadas por los huracanes Otis y John en Acapulco y otros municipios del estado de Guerrero, el cual ayudaría a evitar daños graves en la población.