La situación económica de los restauranteros de los poblados de Acahuizotla y Agua de Obispo se ha complicado debido a los severos daños provocados por el Huracán “John”, pues los deslaves y cortes carreteros dejaron incomunicada la carretera federal México-Acapulco y esto sin clientes para sus locales.
Desde el pasado 23 de septiembre, la mayoría de los restaurantes de la región han tenido que cerrar sus puertas, inicialmente por las fuerted lluvias y posteriormente por la falta de clientes a causa de los derrumbes y cortes generados en la carretera.
En el tramo carretero Chilpancingo–Ocotito se originaron dos cortes significativos, uno en el kilómetro 31, donde se ubica la zona de restaurantes, y otro en el poblado de El Ocotito.
Esta situación ha impedido el acceso de clientes a los locales, obligando a muchos el cierre total de sus puertas y a otros más a buscar alternativas para sobrevivir.
Petra de la Cruz Salvador, propietaria del restaurante “Tres Magnolias”, ubicado en el kilómetro 36 de esta carretera, relató que la falta de clientes la ha dejado en un panorama complicado, tanto a ella, como a sus empleados.
“Tuve que cerrar porque las fuertes lluvias han mantenido a la gente alejada, justo en frente de mi negocio se derrumbó el cerro, bloqueando completamente la carretera”, expresó
Con temor aún, Petra señaló, que ella y su equipo de trabajo debieron evacuar rápidamente ante el temor de un posible derrumbe que pudiera ocasionar alguna desgracia.
Por su parte, Guadalupe Castro, propietaria del restaurante “Cocina Acahuizotla”, también ha sufrido después del paso de este huracán y a pesar de mantener abierto su negocio y ofrecer sus servicios a los trabajadores que reparan la carretera, sus ingresos son insuficientes para sostenerse.
“Hago un llamado a mis clientes habituales para que vengan a almorzar o comer, ya que hemos habilitado entradas y salidas hacia la Autopista del Sol”, comentó.
En total, son más de 30 restaurantes en la zona, quienes fueron afectados por el embate del huracán “John” de los cuales, la gran mayoría permanecen cerrados y los pocos que han optado por abrir sus puertas, informaron que esperan a sus clientes con los brazos abiertos.
Finalmente hicieron un llamado urgente al Gobierno del Estado para que se agilicen los trabajos de reparación de la carretera para poder recuperar la normalidad en sus negocios y, con ello, la estabilidad económica para su familia y las de sus trabajadores.