A dos semanas del devastador impacto del Huracán “John” en Guerrero, al menos cuatro barrios y dos colonias de la ciudad de Tixtla siguen sumergidos bajo el agua, esto después del desbordamiento de la laguna a causa de las fuertes lluvias.


Los barrios que aún continúan inundados en esta ciudad son: El Santuario, Santa Cecilia (Canta Ranas), San Antonio y Campo Santo, además de las colonias Unidad Deportiva y El Calvario, dejando aproximadamente tres mil viviendas afectadas con inundaciones y perdida de muebles, electrodomésticos y enseres.


Para garantizar la seguridad de las viviendas, los damnificados instalaron campamentos en cada calle para vigilar sus pertenencias y evitar saqueos.


Las calles inundadas de agua turbia y llenas de desechos, se han convertido en un foco de riesgo, donde han comenzado a proliferar algas y lirio acuático, además de animales muertos, como perros, gallinas, serpientes y otros animales que viven a los alrededores de la laguna.


Los vecinos hicieron un llamado al Gobierno del Estado para que agilice el desfogue de la laguna, utilizando bombas, tal como se hizo durante las tormentas Ingrid y Manuel en el año 2013.
A pesar de que la Comisión de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (CAPASEG) ha trabajado durante cuatro días en el bombeo de agua, solo se ha logrado reducir el nivel en un 20 por ciento.


Pese a la contingencia en la que aún permanecen, las instituciones educativas de Tixtla anunciaron que reanudarán clases este lunes, por lo que hicieron un llamado a la compresión, debido a que les es imposible salir de sus viviendas a causa de la inundación.


Sin embargo, las viviendas no fueron las únicas afectadas con la inundación, pues también hubo grandes pérdidas de cultivos esenciales, incluyendo hortalizas y flores, lo que afecta gravemente en la economía local de la localidad.


Tal es el caso del profesor Jesús, quien informó que las inundaciones provocaron la pérdida de al menos dos hectáreas de cultivos, lo que representa una inversión y perdida de 40 mil pesos.


Además de que el huracán golpeó en un momento importante para la agricultura de Tixtla, pues ya se preparaban para la temporada de “Día de Muertos”, en dónde vendedores de la diferentes regiones del estado acuden a los sembradíos para adquirir principalmente cempasúchil y terciopelo.


Aunque la pérdida de enseres, muebles, sembradíos y electrodomésticos es significativa, los afectados resaltan que lo más importante es que no ha habido pérdidas humanas.