En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, más de 200 personas marcharon en Chilpancingo, para exigir la aparición con vida de sus familiares y la aprobación de la ley de desaparición en Guerrero.
Alrededor de las 11:00 de la mañana integrantes del Colectivo de Desaparecidos “Lupita Rodríguez”, estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa y padres y madres de los 43 jóvenes desaparecidos, marcharon desde el monumento a Nicolás Bravo hasta la sede del Poder Legislativo.
Carlos David Molina, vocero del colectivo, reprochó la falta de avances en la aprobación de una Ley de Desaparición en Guerrero, esto a pesar de los esfuerzos previos, la 63 legislatura no ha avanzado en este tema.
Molina criticó a los diputados por su falta de empatía hacia las familias afectadas, “Ni con un gobierno de izquierda se aprobó esta ley”, expresó.
Reclamó que los legisladores han mostrado desinterés y priorizado sus intereses políticos sobre las necesidades de las víctimas.
Recordó que la propuesta de esta ley, fue planteada inicialmente por el legislador Alfredo Sánchez Esquivel, cuando era presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), sin embargo, fue criticada por los colectivos al considerarla insuficiente y alineada con los intereses del gobierno en lugar de las necesidades reales de las víctimas.
Posteriormente, bajo la presidencia de Yoloczin Domínguez en la Jucopo, los avances se vieron obstaculizados por tratos despectivos hacia los colectivos, según Molina.
El vocero también señalo la necesidad urgente de un centro de identificación para cuerpos no identificados, ya que el panteón ministerial actual, que alberga cuerpos de víctimas de violencia, está a punto de alcanzar su capacidad máxima.
La movilización recorrió las avenidas Insurgentes, Ignacio Ramírez, Juan Ruiz de Alarcón y Lázaro Cárdenas, culminando en un mitin en el antimonumento a los 43, donde los integrantes de los colectivos exigieron a los tres niveles de gobierno justicia.