El Consejo Nacional Indígena (CNI) condenó el asesinato de dos integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero “Emiliano Zapata” (Cipog-EZ) y exigió a las autoridades federales y estatales que ponga un alto a la impunidad y violencia que han desatado en la zona el grupo criminal Los Ardillos.

El pasado jueves 18 de julio fueron asesinados Alberto Verales Tepetitla de 32 años de la comunidad de Buenavista y María de Jesús Pasado Margarito de 43 años de la comunidad de Alcozacán, ambos integrantes del Cipog-EZ, cuando viajaban en una camioneta de regreso a sus comunidades.

Afirmaron que las autoridades han sido “omisas a la violencia y terror que genera el grupo criminal Los Ardillos; a pesar de los retenes del Ejército, de la Guardia Nacional, de la presencia de policías municipales y estatales, Los Ardillos asesinan sin obstáculo alguno, sin ser detenidos, sin carpetas de investigación y sin que el gobierno mueva un solo dedo para detener a los responsables”.

Recordaron que se grupo criminal amenazó de muerte a los dirigentes Jesús Plácido Galindo y Francisco Vázquez Mendoza, “desde el

2018 Los Ardillos iniciaron una guerra por el control de la Montaña baja de Guerrero y en contra del Cipog-EZ. Este grupo criminal está abiertamente vinculado al PRD, el diputado Bernardo Ortega Jiménez y sus hermanos son los líderes del grupo delincuencial”.

Recordaron que el 21 de octubre del 2022 integrantes del Cipog-EZ interceptaron al presidente, Andrés Manuel López Obrador para exponerle que hasta ese momento Los Ardillos habían asesinado “a 46 compañeros en Chilapa y se limitó a decir que enviaría al subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas para que él los atienda y resuelva sus demandas”, lo cual no sucedió.

En cambio, el 5 de noviembre fueron asesinados Adán Linares, Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario, integrantes del Cipog-EZ, “identificados primero por un policía de Tránsito de Chilapa, para que más adelante a 100 metros de un retén militar, fueran asesinados”.

Por ello exigieron “la investigación, esclarecimiento y detención, de los perpetradores de los asesinatos, que no queden en la impunidad como de por sí ha sido con cientos de asesinatos y los miles de desaparecidos y desaparecidas de todo el país. Exigimos también la desarticulación de Los Ardillos y demás grupos delincuenciales que aterrorizan a nuestras comunidades, con la complicidad de autoridades”.

Hicieron también un llamado “a detener la guerra que vivimos en nuestros territorios y que amenaza con incrementarse frente a la insensibilidad del Estado y lo responsabilizamos por todas las muertes como consecuencia de su omisión y complicidad, así como de cualquier cosa que pase en contra de Jesús Plácido Galindo, de Francisco Vázquez Mendoza y de cualquier otro integrante del Cipog-EZ”.