Jesús Saavedra

 El presidente, Andrés Manuel López Obrador afirmó que las acusaciones que hay en contra del Ejército como parte responsable de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala en septiembre del 2014, es un intento de “socavar a una institución que es importante para el Estado Mexicano”.

Este viernes en la conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente aseveró que desde el extranjero y desde instituciones de Estados Unidos se intenta “socavar la imagen, dañar el prestigio del presidente de México, no es Andrés Manuel, no es AMLO, es la investidura presidencial y al presidente de México se le debe de respetar”.

Y se refirió de manera directa al caso Ayotzinapa y la desaparición de 43 normalistas hace casi una década en Iguala, “como me metí a indagar personalmente, cómo estaba, a desenmarañar todo”.

Dijo que entre sus hallazgos fue el libro que publicó Anabel Hernández que se llama “La Noche de Iguala” y donde la periodista “sostiene de que la desaparición de los jóvenes tiene que ver con que se traficaba droga de Iguala a Estados Unidos en camiones que salían de Iguala, esto según un informante” cuyos testimonios fueron la base de ese libro.

Que el informante de Anabel Hernández le indicó que “los muchachos al tomar uno de esos camiones se encuentran que tenía droga y entonces el capo mayor (de Guerreros Unidos) en ese entonces en Iguala, que la señora Anabel dice que ni siquiera ha sido tocado, nadie ha reparado en él, eso sostiene en el libro, ordena que le den un escarmiento a los jóvenes”.

Insistió que “según el informante de la señora Anabel y como este capo mayor tenía el control de los militares de Iguala, son los militares los que agarran a los muchachos y los llevan al Batallón y luego cuando se arma el escándalo, cuando estalla el escándalo, el capo le dice a su informante de Anabel que se les había pasado la mano que él no quería que fuera tanto el escarmiento”.

Reiteró que Anabel Hernández fue testigo en un juicio para dar asilo en los Estados Unidos “y sostiene lo mismo para defender al juez de Barandilla de Iguala (José Ulises Bernabé) que estaba esa noche (del 26 de septiembre del 2014) al cual le dan asilo en los Estados Unidos, el Departamento de Justicia, lo asilan porque él sostiene que los muchachos no estuvieron en la comandancia, cuando hay otros estudiantes que dicen que sí, que de ahí se los llevaron policías (municipales), pero este juez pide asilo, va de testigo la señora Anabel y autoridades del Departamento de Justicia le dan el asilo”.

Puntualizó que la decisión de dar asilo fue porque sostienen las autoridades estadounidenses “que el operativo de desaparición de los jóvenes no pudo ser realizado por autoridades municipales, ni por policías municipales, ni por la banda que dominaba en ese entonces, sino que fue lo más creíble, factible, el gobierno federal con policías federales, se avientan ese juicio a partir de las declaraciones de la señora Anabel y le dan el asilo”.

Por ello dijo que si la desaparición de los 43 estudiantes “es algo tan grave y todos queremos conocer la verdad, saber en dónde están, ¿Por qué (Anabel Hernández) no da a conocer la identidad de su informante?, ¿Por qué no ayuda en eso?, en el caso de Iguala ¿Quién quiere socavar a una institución que es importante para el Estado Mexicano como es el Ejército?, ¿A quién le conviene?, y en mi caso ¡A quien le conviene tener un presidente bajo sospecha, débil?” y señaló que esas intenciones vienen de Estados Unidos.