MÉXICO. —El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) criticó duramente al Poder Judicial de la Federación (PJF) durante su conferencia matutina, señalando retrasos en la investigación y detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega, presunto segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
En La Mañanera, López Obrador presentó un informe detallado sobre el seguimiento de la orden de aprehensión contra Sánchez Ortega, quien era agente del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en el momento del asesinato de Colosio en 1994.
“El 4 de enero de 2024, nuevamente se ejerció acción penal ante el Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales, radicándose la causa penal 01/2024. El 5 de enero de 2024, el juzgado negó nuevamente la orden de aprehensión en contra de Jorge Antonio Sánchez Ortega,” explicó AMLO, evidenciando su frustración con el proceso judicial.
El presidente describió el largo y burocrático procedimiento que ha caracterizado este caso. “El 8 de enero de 2024 se interpuso recurso de apelación contra la resolución emitida, donde se negó la orden de aprehensión solicitada,” indicó, subrayando los esfuerzos de su administración para avanzar en la justicia.
López Obrador lamentó que, a pesar de los intentos de acelerar el proceso, los obstáculos judiciales han sido persistentes. “El 15 de julio de 2024, se revisó la lista de asuntos a sesionar a cargo del Magistrado Josué Osvaldo Garduño Sánchez, del Primer Tribunal Colegiado de Apelación, pero no se encuentra contemplado para la sesión del 18 de julio de 2024,” señaló, utilizando esto como un ejemplo de la falta de celeridad en el sistema judicial mexicano.
El presidente utilizó estos detalles para criticar la eficiencia del Poder Judicial, afirmando que el caso de Sánchez Ortega refleja las deficiencias y demoras sistemáticas que afectan la impartición de justicia en México. “Así está justicia rápida y expedita,” ironizó, resaltando la contradicción entre la teoría y la práctica en los procedimientos judiciales.
El presidente concluyó su intervención subrayando la necesidad de una reforma profunda del sistema judicial mexicano, una promesa que ha reiterado desde su campaña electoral.