El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chilpancingo, promotores y artesanos presos realizaron la Expo-Penitenciarias, eventos que fueron suspendidos drásticamente con la llegada de la pandemia por Covid-19, pero que buscan reactivarla nuevamente.
Este jueves, el perímetro exterior del centro penitenciario se convirtió en una gran exposición de talento y habilidades, donde los reclusos exhibieron una gran variedad de productos hechos con sus propias manos.


Los productos que van desde artesanías finamente elaboradas en dónde podías encontrar desde juguetes, balones, hamacas, bolsas, cinturones y útiles didácticos de madera.
De acuerdo a los organizadores, cerca del 80 por ciento de la población carcelaria participa activamente en la confección de estos artículos.


Declararon que los ingresos obtenidos de las ventas no solo ayudan a cubrir las necesidades básicas de los reclusos, sino que también fungen como un apoyo para sus familias en el exterior.
“Es un esfuerzo que va más allá de la artesanía; es una forma de sostener la esperanza y la conexión con nuestras familias”, comentó Darío García, uno de los promotores de la iniciativa.


García también adelantó que, luego de una pausa desde 2019 debido a la emergencia sanitaria, se planea retomar las Expo-Penitenciarias con el apoyo de los gobiernos estatales y federales.
Entre los productos disponibles, se destacan desde alcancías, las cuales tienen un precio bastante accesible, hasta piezas de alta calidad como hamacas y cinturones bordados a mano, conocidos como “piteados”.


Cada artículo refleja horas de dedicación y habilidad artesanal, siendo algunos fruto de semanas e incluso meses de trabajo.
Las Expo-Penitenciarias no solo promueven la reinserción social y económica de los internos, sino que también buscan sensibilizar a la población sobre la importancia del apoyo comunitario en estas iniciativas.