El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, fue encontrado en un motel de Cuernavaca, Morelos, junto con pastillas de Viagra, después de lo que se presume fue un secuestro exprés, según informó la Policía.
Según reportó Excélsior, una ficha médica del hospital general de Cuernavaca José G. Parres revela que se le realizó un examen toxicológico al prelado luego de que ingresara inconsciente, presentando síntomas relacionados con el consumo de estupefacientes.
En su sistema se detectó benzodiacepina, un medicamento psicotrópico utilizado por sus efectos sedantes, hipnóticos y ansiolíticos.
Además, se filtró que el obispo fue rescatado por una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana, Delegación Cuernavaca MOR-057, a las 18:19 horas del domingo 28 de abril, cuando la policía lo encontró en una habitación del motel Real de Ocotepec. Fue llevado al hospital como desconocido.
También se informó que Rangel Mendoza tenía consigo dos pastillas de sildenafil, utilizadas para tratar la disfunción eréctil y la hipertensión.
Según reporta Quadratín Guerrero, el obispo emérito estuvo desaparecido desde el sábado 27 de abril, y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) demandó enérgicamente al gobierno su localización.
Más tarde, la misma CEM anunció que el obispo fue encontrado con vida el lunes 29 de abril y se encontraba hospitalizado. Posteriormente, el fiscal Carmona sugirió que Rangel habría sido víctima de un secuestro exprés.
El abogado del obispo emérito, Pedro Martínez Bello, acusó que monseñor fue drogado y que vaciaron sus cuentas bancarias.