El cuerpo de Elena Larrea, fundadora del santuario de caballos rescatados Cuacolandia en el municipio de Atlixco, Puebla, fue llevado como parte de su funeral a dicho lugar, donde algunos asistentes compartieron imágenes conmovedoras. En estas imágenes se puede observar cómo, uno por uno, los caballos pasan frente al féretro de Larrea para despedirse.
Posteriormente, el cuerpo de Elena fue trasladado a la Ciudad de México para ser depositado en una cripta familiar. Durante el funeral, se colocó un altar con la fotografía de Elena montando uno de sus caballos, y se observó cómo los equinos expresaban su lamento mediante relinchos.
Destacando el impacto que Elena tuvo en el mundo animalista, las asociaciones Movimiento Animalista y Abogados Animalistas de Puebla han organizado un homenaje en su honor. Este tendrá lugar mañana viernes 22 de marzo a las 20 horas, en el Zócalo de Puebla, invitando a los asistentes a vestir de blanco y llevar una veladora como muestra de respeto.
Además, se llevará a cabo un homenaje a nivel nacional el domingo 24 de marzo en la explanada de Bellas Artes. La convocatoria para este evento es a las 18:30, solicitando a los participantes que vistan de blanco y lleven consigo una veladora en señal de homenaje y solidaridad.
Entre sus logros más destacados se encuentra la creación del santuario “Cuacolandia”, ubicado en Atlixco, Puebla, donde acogía a caballos que habían sufrido maltrato y abandono, incluidos aquellos que previamente trabajaban jalando calandrias en Acapulco.
Además, logró rescatar al burro Manolín, que el gobierno municipal de Acapulco mantenía en condiciones deplorables en la Isla de la Roqueta.
Gracias a su incansable activismo, María Elena Larrea contribuyó a que en el estado de Puebla se tipificara como delito la zoofilia.