La activista por los derechos de los animales y fundadora del santuario de caballos rescatados “Cuacolandia”, María Elena Larrea, falleció el día de ayer, presuntamente debido a complicaciones tras someterse a una cirugía estética.
La noticia del fallecimiento de la activista e influencer fue confirmada la mañana de este miércoles, luego de que se difundiera su deceso desde la noche del martes.
María Elena Larrea deja un importante legado por su incansable labor en defensa de los derechos de los animales. Entre sus logros más destacados se encuentra la creación del santuario “Cuacolandia”, ubicado en Atlixco, Puebla, donde acogía a caballos que habían sufrido maltrato y abandono, incluidos aquellos que previamente trabajaban jalando calandrias en Acapulco.
Además, logró rescatar al burro Manolín, que el gobierno municipal de Acapulco mantenía en condiciones deplorables en la Isla de la Roqueta.
Gracias a su incansable activismo, María Elena Larrea contribuyó a que en el estado de Puebla se tipificara como delito la zoofilia.
Emilio Álvarez Icaza, exombudsman, elogió el trabajo de María Elena, destacando su dedicación y compromiso en la protección y defensa de los animales, en especial de los caballos. Reconoció su labor cotidiana y su creatividad para recaudar recursos destinados a sostener “Cuacolandia”, posiblemente uno de los mejores santuarios animales de México. Lamentó profundamente su fallecimiento y resaltó cómo Elena unió a personas de diversas creencias y afiliaciones políticas en la causa de los animales.