TAXCO. —El presbítero de la parroquia de Sandra Prisca y San Sebastián, Tomás Martínez Rivera, advirtió que si no se trabaja por la justicia en Taxco, habrá un daño irreparable no solo para la economía, sino en el entramado social y la vida pública de la ciudad.

En entrevista para Quadratín Guerrero, el sacerdote hizo un llamado a la feligresía a ser fuertes y no perder la esperanza, a combatir las carencias, las limitaciones y las dificultades con obras buenas.

“Ahora hay muchos vengadores anónimos. No es esa la figura que necesitamos, sino promover la justicia, la paz por sí mismos, empezando por nuestra propia casa”, indicó Martínez.

En relación con el repique de campanas con el que los taxqueños exigían paz el miércoles pasado en la noche, dijo que tal acción no solo fue convocada por los párrocos, sino por las personas sensibles, inspiradas por la fe, para iluminar la mente de quienes tienen en sus manos el que Taxco mejore.

“Nos toca a todos, somos corresponsales, comencemos por nosotros mismos. Nada ganaría yo criticando. Yo sé del sufrimiento de las personas y he notado el sufrimiento porque no saben quiénes son los que los llevan a su casa”, comentó respecto a los choferes de taxis y urvans amenazados.

Asimismo, el cura apeló a quienes gobiernan y a quienes aspiran a cargos de elección popular, a prepararse para hacer frente a una compleja situación que se vive no solo en Taxco sino en la entidad, en el país y en todo el continente.

“Así estamos en Taxco, con problemas, inseguridad, temor, incertidumbre, silencio. De algún modo nos hacemos cómplices de cosas que no querríamos y que no nos atrevemos a enfrentar ni a denunciar, que no nos atrevemos con la frente en alto, pero desde cada persona, tenemos que hacer alarde de valor, aunque tengamos miedo, hay que seguir trabajando por Taxco. Desde Taxco por México. Hay que seguir trabajando, seguir actuando conforme a lo que tanto esperamos”, dijo en el curato de la icónica iglesia que es referente arquitectónico en el corazón de la ciudad platera.

De cómo la inseguridad ha desatado una serie de consecuencias que trastocaron la vida de los habitantes de Taxco y la imagen de la ciudad a nivel internacional luego del paro de los transportistas, amenazados por grupos del crimen organizado, Martínez Rivera comentó que eso, ha representado un terrible golpe a la economía que da liquidez a las familias cada día, pues también han disminuido los feligreses a escuchar misa.

Puntualizó que los horarios de misas en todas las parroquias en Taxco se mantienen, ante la necesidad de las personas de sentirse acompañadas ante la inseguridad.

“La iglesia debe permanecer abierta ante los problemas serios y difíciles. Las personas recurrirán a la casa de Dios. Las iglesias son el segundo domicilio para pedir, para bendecir, para arrodillarnos”, expresó.