Alexis Blancas

Hace un par de semanas fueron reinauguradas la primera y segunda etapa de la alameda central de Chilpancingo “Francisco Granados Maldonado” y a decir de los ciudadanos le ha dado una segunda vida a este parque que por la noche se caracterizaba por ser peligroso.

Estos trabajos de remodelación del lugar, ubicado en el primer cuadro de la ciudad capital, dio mucho de qué hablar, debido a diferencias entre ciudadanos que estuvieron a favor y otros más en contra, quienes argumentaban que para Chilpancingo hay temas más importantes que la remodelación de parques.

Sin embargo, después de haber sido reinauguradas las dos primeras etapas del lugar esta acción fue bien recibida por los capitalinos.

En la primera etapa de este parque se encuentra el kiosco, el cual fue derribado por completo y reconstruido de una manera diferente al anterior, si bien un poco más pequeño, pero le da un aspecto más amplio al lugar.

En la segunda etapa, dónde se encontraba una gran fuente y monumento en honor a los caídos de los años 60 y que dio pie a la Autonomía Universitaria, se colocaron unas fuentes danzarianas, las cuales han sido la sensación de los pequeños, que diariamente acuden con sus padres para jugar en ellas.

En cuanto al monumento de los caídos del 60, fue removida a una de los jardines frente a las preparatorias 1 y 9, lo cual causo conmoción a colectivos y organizaciones sociales, ya que en el lugar en dónde se encontraba antes (ahora las fuentes danzarianas), era un lugar histórico para el movimiento, pues en ese punto fue instalado el campamento de Genaro Vázquez y se gestó la estrategia de lucha del movimiento que daría la Autonomía Universitaria.

Ha decir de la ciudadanía la remodelación del parque le dio una segunda vida al lugar, pues anteriormente se encontraba en condiciones deplorables, sin alumbrado público, botes de basura y bancas en buen estado para poder sentarse.

Además de que al no haber luminaria era un tanto peligroso transitar por el lugar debido a que un tiempo se rumoraba que era un lugar en dónde podías llegar a sufrir un asalto.

Los capitalinos señalaron que en el lugar ahora se sienten un poco más seguros y que tienen la confianza de asistir a dar la vuelta en compañía de sus hijos por las tardes o bien con su pareja y amigos.