La construcción de un teatro que alguna vez prometió ser una joya cultural y educativa en Ometepec, Guerrero, yace en un estado de abandono desde hace años. Esta estructura, cuya construcción se inició durante la administración gubernamental de Ángel Aguirre Rivero, estaba originalmente presupuestada en más de 30 millones de pesos, ya que se proyectaba como una réplica del Auditorio Sentimientos de la Nación en Chilpancingo.

En 2012, el entonces presidente municipal de Ometepec, Antonio Atenógenes Vázquez, solicitó al gobernador Aguirre Rivero que el auditorio se utilizara para llevar a cabo actividades artísticas, educativas, culturales y espectáculos en beneficio de la comunidad estudiantil y los habitantes de la ciudad. Además, se planeaba ofrecer este espacio a los centros educativos de municipios cercanos que desearan utilizarlo.

Sin embargo, hoy en día, esta prometedora obra se encuentra inconclusa. Su estructura de acero está corroída, las paredes cubiertas de óxido, y el terreno ha sido convertido en un vertedero de basura.

El terreno donde se ubica el auditorio está en el bulevar Juan Álvarez, junto al restaurante Costa Brava, propiedad de la familia de Víctor Tito Jiménez, quien vendió el terreno originalmente.

A pesar de ello, la familia decidió cercar el acceso para evitar que continuaran los trabajos, ya que ni el sucesor de Aguirre, Rogelio Ortega, ni su sucesor, Héctor Astudillo Flores, pagaron los dos millones de pesos que adeudaban por el predio del teatro inacabado, que hoy se ha convertido en un elefante blanco.

En una reciente visita a la región de Costa Chica, la secretaria de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ordenamiento Territorial, Irene Jiménez Montiel, admitió que se está revisando el esquema de obras en el estado

. Esto sugiere una serie de obras inconclusas y una falta de comprobación y transparencia en el uso de los recursos públicos que aún no se ha resuelto. La comunidad de Ometepec continúa esperando una solución para este proyecto cultural abandonado.