POR: FERNANDO HINTERHOLZER DIESTEL
México enfrenta nuevamente una crisis migratoria de magnitudes trágicas. Es ya una situación que ha rebasado a las autoridades de EU y nuestro país, y está generando problemas sociales y económicos. Se estima que tan sólo en los puestos fronterizos a lo largo de los más de tres mil kilómetros de frontera, existen por lo menos 75 mil migrantes están esperando poder cruzar hacia Estados Unidos, mientras padecen condiciones inhumanas, insalubres y de absoluta abandono. Incluso, muchos de ellos seencuentran acampanando junto a la rivera del Rio Bravo, entre ambos países debido al atiborramiento de los albergues, sin agua potable ni alimentos que consumir ; ahí conviven familias completas, con niñas y niños. Ante la crisis que ha provocado el tsunami migratorio en nuestro país, se ha presentado una disyuntiva para el gobierno mexicano: recibir a los miles de inmigrantes con políticas de asilo y ayuda o endurecer su política para impedir su acceso a territorio nacional. Y resolver esta problemática no parece sencillo. Indudablemente los migrantes merecen recibir un trato digno, más de 15 mil indocumentados están cruzando diariamente a los Estados Unidos, más del doble que hace unos meses. Nuestro país ya no solo es utilizado por migrantes centroamericanos. Ahorase tienen registro, de cada vez más sudamericanos, cubanos, haitianos y hasta africanos. El resultado es que varios lugares del país están desbordados de migrantes. Albergues en la frontera están saturados. La situación parece estar fuera de control.
Caminando palmo a palmo, los migrantes recorren nuestro país, desde el exuberante Soconusco, hacia las planicies desérticas delnorte, dejando su paso tristeza, desolación y muerte por donde transitan, apenas el viernes pasado en un accidente carretero en los linderos de Puebla y Oaxaca fallecieron 19 migrantes de origen venezolano y haitiano.. Esta es la gran tragedia humana que vive México y otros países del mediterráneo, como nunca antes en su historia, de una migración incontenible y un tráfico de personas desbordado e incontenible, por parte de las autoridades migratorias del INM. De acuerdo a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), “se reporta un incremento de 7 a 100 mil solicitudes de refugio en tan sólo unos años. En 2013 se habían recibido 1,296 solicitudes y para 2022 el año cerró con 118, 570, un incremento de 9148% en diez años”. Nada más durante el mes deagosto del 2023, existen casi cien mil solicitudes de asilo sobre todo procedentes de Venezuela, Nicaragua y Haití. El periódico estadounidense NY Times informó que “más de 250 mil personas cruzaron la frontera procedentes de Centro y Sud América en lo que va del año”. La migración del siglo XXI es un fenómeno global que tiene repercusiones regionales y cuya magnitud, aun cuando cambia por ciclos, se ha desbordado en las últimas dos décadas. De acuerdo a estadísticas, de la Unión Europea muestran que durante el 2023, se han registrado los seis meses más terribles para los migrantes que usan la “Ruta del Mediterráneo”, esto es desde África y medio oriente hacia Europa. En otras regiones, ha sido la guerra la que ha provocado el movimiento de miles de personas, como es el caso de Ucrania a partir de la invasión rusa; pero también en otros países africanos, como Etiopía, Chad y Niger.
Analizando la migración de personas de países de América Latina,hacia los Estados Unidos, es un problema que ya tiene muchos años, pero en los últimos 8, y debido a la penetración de las mafias del crimen organizado, los casos de extorsiones, secuestros y abusos cometidos en contra de personas migrantes, principalmente de origen centroamericano y otros provenientes de Haití y Venezuela, se han incrementado hasta llegar a niveles insospechados. Migrar en situación irregular en un mundo afectado por actividades ilícitas conlleva una serie de peligros significativos. Estos incluyen agresiones sexuales, trata de personas, extorsión y secuestro, por mencionar algunos de los horrores más atroces. Además, existe el riesgo de ser reclutado a la fuerza para trabajar con organizaciones criminales, y en los casos más extremos, enfrentar la tortura, el asesinato y la ocultación de las víctimas en fosas clandestinas, como han documentado varios informes (San Fernando, Tamaulipas). Frente a esta situación, las medidas adoptadas por las instituciones mexicanas no solo han sido inadecuadas, sino también confusas. Resulta desconcertante la postura del Gobierno Federal, que al ser interrogado directamente, ha reiterado que no es necesario reevaluar la política migratoria nacional. “Según su percepción de la situación actual, considera que todo está progresando de manera adecuada”.
La búsqueda de una vida mejor está llevando a cientos de miles de personas a enfrentar una situación aún más difícil que la que intentan dejar atrás. La crisis migratoria que afecta a nuestro país está teniendo consecuencias cada vez más visibles para la población en general. Según la Organización Internacional para las Migraciones, nuestra frontera norte se ha convertido en la ruta terrestre más peligrosa del mundo para los migrantes. En lo que va de este año, este organismo de las Naciones Unidas ha registrado la muerte o desaparición de 789 migrantes en esa área, lo que representa 103 más que en todo 2022, según las cifras compartidas por las autoridades mexicanas. Lo más alarmante de esta situación son los constantes abusos y maltratos que enfrentan las mujeres y los niños. ES CUANTO
ADENDDM: durante su comparecencia en el Congreso, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, aseguró que “no existe ninguna crisis migratoria”, dice que la migración mexicana a Estados Unidos ha disminuido (la 4T vómita mentiras cada día, poca madre)