El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, lamentó la situación en Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, donde la violencia ha ocasionado la suspensión de diversas actividades económicas y sociales, incluyendo los festejos en honor a San Miguel Arcángel.

El prelado católico consideró que es necesario el diálogo con todos, incluidos los grupos armados. Expresó que hay desafío para las autoridades, la sociedad, “sigue habiendo y eso es penoso y triste y hay mucho dolor; hace falta mucho”, dijo el obispo.

En los últimos meses, el municipio serrano de Leonardo Bravo ha sido blanco de enfrentamientos debido al avance de un grupo delictivo que opera en la región Tierra Caliente y que ha expandido sus dominios a al menos 30 municipios de Guerrero.

Actualmente en Chichihualco más de 5 mil estudiantes no tienen actividades escolares presenciales y actividades burocráticas y económicas están parcialmente laborando debido a la violencia.