En los albergues asistenciales de la frontera norte del país, se encuentran aproximadamente 3.000 menores de edad guerrerenses que han sido deportados por el gobierno de Estados Unidos.
Esta situación plantea una serie de desafíos humanitarios y legales, ya que algunos de estos menores están sin el acompañamiento de sus padres o tutores, mientras que otros intentaron cruzar la frontera en busca del llamado sueño americano junto a sus progenitores.
Silvia Rivera Carbajal, secretaria del Migrante y Asuntos Internacionales, señaló que durante muchos años, los gobiernos estatales anteriores no brindaron atención adecuada a estos menores que fueron repatriados por las autoridades estadounidenses.
Estos niños a menudo permanecen en albergues ubicados en zonas fronterizas como Tijuana y Tamaulipas, esperando ser reunidos con sus familiares o tutores.
Entre el 15 y el 20 por ciento de los menores deportados viajan solos en un intento de cruzar la frontera y reunirse con sus padres en Estados Unidos. Esta situación genera un problema complejo, ya que los menores deben permanecer en albergues hasta que puedan ser reclamados por algún familiar.
En ocasiones, cuando la guardia fronteriza detiene a mexicanos indocumentados que viajan con sus hijos, los menores son separados de sus padres y retenidos en instalaciones diferentes.
Ante esta situación, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ha tomado medidas para abordar el problema. Se ha establecido un recurso económico especial para trasladar a los menores deportados de regreso a sus lugares de origen a través del programa “Regreso a Casa”.
Se han firmado convenios con transportistas para facilitar el traslado de estos menores desde la frontera norte hasta Guerrero, en coordinación con el DIF nacional y estatal. La Secretaría del Migrante enfatiza que todas estas acciones se realizan dentro de los marcos legales, evitando cualquier irregularidad.
La categoría de “niños” para este propósito incluye a aquellos que tienen entre 7 y 17 años de edad. Si bien muchos menores desean regresar a Guerrero, algunos continúan intentando ingresar ilegalmente a Estados Unidos en futuros intentos.
Silvia Carbajal reveló que en 2015, Guerrero lideraba a nivel nacional en términos de menores deportados por las autoridades estadounidenses. A pesar de los esfuerzos, sólo un pequeño porcentaje de niños deportados acompañados de sus padres han regresado a su estado de origen. Los niños que fueron deportados solos sin acompañamiento serán repatriados a Guerrero a través del DIF.