Por: Fernando Hinterholzer Diestel
A cinco años del gobierno obradorista, México encara una crisis interminable de violaciones a los derechos humanos, de ejecuciones extrajudiciales, masacres y miles de asesinatos; la desaparición forzada de más de 112 mil personas aumenta día a día; los feminicidios y diversos tipos de violencia contra la mujer por todo el país crecen cada día; asesinatos, amenazas, persecución y muerte de periodistas y personas defensoras de derechos humanos; violación sistemática de los derechos humanos de las personas migrantes; y la trata de personas llamada, la esclavitud moderna, cierran el círculo deuna muy larga y espantosa tragedia social. Este 30 de julio próximo se conmemoro el día mundial contra la trata, “como una iniciativa de las Naciones Unidas que tiene por objetivo sensibilizar y hace un llamado a los gobiernos, las fuerzas del orden, los servicios públicos y la sociedad civil para evaluar y mejorar sus esfuerzos para fortalecer la prevención, identificar y apoyar a las víctimas, y poner fin a la impunidad”. El delito de trata de personas es trasnacional, y se ha venido multiplicando hoy en día gracias a las migraciones, ya que las bandas de crimen organizado, lo han adoptado como una de sus modalidades de negocio, muy lucrativa por cierto.
Pero ¿qué es la trata de personas?, se le puede definir como un complejo, de origen multifactorial y que comprende diversas actividades, ilícitas e inhumanas, dado que inciden directamente en la dignidad de la persona. “El Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la convención de las naciones unidas contra la delincuencia organizada transnacional la define en su artículo 3, destacando por un lado las conductas que la configuran, como lo es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación”.
El delito de trata de personas es un gran negocio criminal, que representa millonarias ganancias ilícitas de aproximadamente 150 mil millones de dólares al año, “según la Oficina de Naciones Unidas Contra del Delito y la Droga”, lo que la convierte es la tercera actividad ilícita más lucrativa, después del tráfico de drogas y de armas, sino también por su alcance y variedad. En efecto, se trata de un problema de crimen organizado, es decir, de la existencia de redes de personas que desempeñan distintas jerarquías, roles y funciones, a través de las cuales pretenden obtener beneficios materiales o económicos mediante la comisión de actividades ilícitas. Estas redes se entretejen al interior y al exterior de los países, lo que nos permite observar la importancia de la cooperación internacional para su combate y desarticulación.
También es una problemática compleja por la variedad de tipos y formas de explotación, entre las que se incluyen la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos, y ahora la explotación de migrantes que tratan de llegar desde la frontera con Guatemala en Chiapas, hasta la frontera norte con los EEUU, cada migrante paga alrededor de tres mil dólares por cumplir “el sueño americano”. Los estudios realizados por la ONU, se destaca que “las causas que provocan estas actividades son múltiples y se han recrudecido por las crisis mundiales, los conflictos y la emergencia climática, aumentando el riesgo de trata, debido a los desplazamientos y las desigualdades socioeconómicas que afectan a millones de personas en todo el mundo, siendo las personas que no gozan de un estatus legal, que viven en la pobreza, que tienen un acceso limitado a la educación, a la atención sanitaria o a un trabajo digno, que sufren discriminación, violencia o abusos, o que proceden de comunidades marginadas, los principales objetivos de los traficantes”.
En el informe anual sobre trata de personas “Trafficking in Persons Report (TIP)”, el Gobierno de los Estados Unidos señala que “México es un país de origen, de tránsito y de destino de víctimas de trata con fines de explotación sexual y de trata para trabajo forzado, y que los grupos que se encuentran en una mayor situación de vulnerabilidad como son los niños, las niñas, las mujeres, las personas indígenas, las personas con discapacidades, las personas de la comunidad LGBTTTI”, y las personas en situación de migración, y son justamente los migrantes quienes son el blanco de los tratantes de personas. Gracias a los problemas de corrupción, de inseguridad y de crimen organizado que tenemos en nuestro país, especialmente en la frontera sur de Chiapas con Guatemala, donde el cartel de Jalisco y el de los Chamulas, operan los embarques de migrantes en trailers, que ya han causado muchas muertes. Todo ello sin que el gobierno haga mayores esfuerzos implementados para combatir este delito de lesa humanidad.
ES CUANTO
ADENDDUM: El diputado republicano Dan Crenshaw, presentó una iniciativa para avalar el uso de la fuerza del Ejército estadounidense en contra de los cárteles mexicanos que llevan fentanilo a los EEUU, aclarando que “nadie está diciendo que vamos a invadir México y mandar tanques“, que respetaran la soberanía de México.