Por Joel Eugenio Flores
Abogado / Presidente del PRI en Chilpancingo
En momentos de crisis es necesario reflexionar sobre cómo y por qué se llegó a esa situación. Encontrar cuáles fueron las circunstancias y los motivos de la debacle, es el primer paso para encontrar la salida a una crisis. Reconocer la existencia de un problema es comenzar a solucionarlo.
Como partido político, el Revolucionario Institucional, pasa por uno de los peores momentos de su historia. Ahora en la oposición, el PRI está obligado a renovarse, a despedir lastres y echar a andar las mejores prácticas políticas, que en su momento las tuvo, para darle certidumbre a la militancia, reencontrarse con los simpatizantes y ofrecer alternativas a la sociedad.
La diversidad puede, paradójicamente, hallar las similitudes en maneras de pensar para llegar a las coincidencias, aunque también pueden agudizar las confrontaciones, pero todo ayuda para que en las diferencias las partes en conflicto hallen las coincidencias.
Son evidentes las diferencias y las pugnas de los principales grupos o equipos políticos que se mueven al interior del partido tricolor, que lo tienen metido en un torbellino de conflictos, pero no deben esas diferencias y esas pugnas asustar a nadie, porque eso es parte del proceso para encontrar los puntos de acuerdos.
Pensar de una sola manera, en una sola línea o dirección, no sólo es pernicioso, sino que lleva, ineludiblemente, a equívocos, y cancela toda discusión que es, a fin de cuentas, la esencia misma de la política, y cancela el espíritu reflexivo, generador de ideas.
Hoy, el PRI atraviesa momentos complicados, difíciles, pero cuando sean superados saldrá fortalecido de la crisis.
Históricamente, de los errores hemos aprendido, para evitar cometerlos nuevamente y servir, como partido político, con mayor compromiso a la sociedad.
México exige combatir la corrupción. Quienes llegaron al poder, usaron esa bandera y hoy vemos que la abandonaron en el camino. El combate a la corrupción se quedó en un simple discurso de campaña.
Y, asimismo, evidenciaron algo: son malos para gobernar. Por eso la gente reclama mejores gobernantes, responsables, serios, que ya no se cometan tantos errores en la forma de gobernar.
La unidad de los priístas será garantía de que podrán recuperarse espacios políticos perdidos en el pasado reciente. La política requiere de todos, desde el más humilde hasta el más encumbrado militante. Es un trabajo de equipo. Se trata de jalar parejo para alcanzar triunfos.
El Proyecto Político 2024 obliga a la unidad de todos los priístas. Es necesario dejar a un lado ambiciones y pleitos.
Las diferencias deberán resolverse en otros momentos. Hoy hay que ponerse a trabajar para salvar el futuro de México.