El diputado Bernardo Ortega Jiménez se deslindó de las actividades ilícitas que las autoridades federales le atribuyen a su hermano Celso Ortega, a quien identifican como líder del grupo delictivo ‘Los Ardillos’, y asegura que “no es un delito tener familiares que se dediquen a infringir la ley”.
En un comunicado que emitió “ante la calumnia y mentiras de mala fe”, el legislador perredista afirma que a lo largo de su vida y carrera como político, “en todo momento he sido un hombre abierto y transparente, responsable de mis dichos y de mis actos”, y recuerda que “desde hace más de 15 años, no tengo ninguna relación ni contacto con otros integrantes de mi familia cuyas actividades se han apartado del marco legal”.
Añade que “lamento y repruebo las versiones que me vinculan en las actividades de mis hermanos en un intento, basado en la falta de información o en una intención perversa y de mala fe, de descalificar mi vida privada y pública”.
Bernardo Ortega reitera que “no es un delito tener familiares que se dediquen a infringir la ley: sus actividades no me involucran, por lo que me deslindo completa y totalmente de ellas”.
“Como hombre que cree en el Estado de Derecho y en las instituciones, al igual que lo he hecho de forma permanente desde la primera vez que asumí una responsabilidad pública, estoy abierto a que, en caso de que hubiera algún indicio de mi presunta participación en actividades ilícitas, cualesquiera que éstas puedan ser, se me investigue y se deslinden responsabilidades”, afirma.
Rechaza “los señalamientos y acusaciones sin fundamento que se hacen en mi contra, las que sí ponen en riesgo la integridad de mi persona y de mi familia”.
Finalmente conmina “a quienes las hacen que, en caso de tener pruebas de sus dichos acudan ante las instancias correspondientes para que se inicien las investigaciones a que haga lugar. De lo contrario, que no se me involucre ni se haga escarnio de mi persona”.