- Luego de los asesinatos de dos exfuncionarios municipales perredistas, la dirigencia de ese partido protestó afuera de la sede del Ayuntamiento capitalino
Alexis Blancas
Alberto Catalán Bastidas, dirigente estatal del Partido Revolución Democrática (PRD), exigió las renuncias de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, de los miembros del gabinete de seguridad del gobierno estatal y de la fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos, debido a su incapacidad para contener la violencia que se ha registrado recientemente en la capital.
Acompañado de otros miembros del Comité Estatal del PRD, el dirigente estatal perredista encabezó una conferencia de prensa afuera de la sede del Ayuntamiento de Chilpancingo, donde mostraron una lona en la que se podía apreciar la leyenda “EL PRD EXIGE LA RENUNCIA DE NORMA OTILIA ¡¡¡FUERA!!!”
El dirigente señaló que esa exigencia se debe a la falta de resultados en materia de seguridad, y porque la seguridad del estado y de la capital deben estar por encima de aferrarse a un cargo público.
Señaló que la alcaldesa morenista es la principal generadora de violencia en la capital, al no tener una estrategia de coordinación para atender la seguridad en el municipio.
Reprochó que los tres niveles de gobierno han sido rebasados por la delincuencia, además de que es evidente que el gobierno estatal y municipal no tienen coordinación en los temas de política y seguridad para Chilpancingo.
Catalán Bastida condenó los asesinatos del exregidor perredista, Oscar Garibay Valdez, y del exdirector de la Juventud municipal, Iván Zaith Domínguez, en la pasada administración municipal. Ambos fueron atacados a balazos dentro de una taquería de su propiedad, ubicada a unos pasos del parque Pezuapa, casi a la medianoche del martes.
Exigió una investigación sería por los asesinatos de sus compañeros y por los videos en los que aparece la presidenta municipal de Chilpancingo reunida con el presunto líder de un grupo delictivo, porque desde su punto de vista esto es lo que ha desatado la ola de violencia que ya azotado a la capital del estado.
Dijo desconocer si el exregidor asesinado o el exfuncionario municipal habían recibido alguna amenaza, aunque de haber ocurrido no hubieran estado atendiendo en su taquería como ocurrió el martes.