• Alrededor de 2 mil transportistas y campesinos provenientes de varios municipios y comunidades de la región Centro, armados con palos y piedras se enfrentaron contra policías antimotines estatales y de la Guardia Nacional
  • Los inconformes mantienen retenidos a 5 policías del estado, a 4 elementos de la GN, 3 de Gobernación del Estado y uno de Gobernación federal, además del camión blindado conocido como Black Mamba que tiene un valor de 8 millones de pesos 

Redacción 

Alrededor de 2 mil transportistas y campesinos provenientes de varios municipios de la región Centro del estado, armados con palos y piedras se enfrentaron contra policías antimotines estatales y de la Guardia Nacional, cuando éstos pretendían contener su avance sobre el bulevar Chilpancingo-Petaquillas para evitar que bloquearan la Autopista del Sol. 

Sin embargo, el operativo policiaco fracasó debido a que los manifestantes superaban en número a los uniformados, quienes después de lanzar bombas de gases lacrimógenos tuvieron que replegarse.

Durante el enfrentamiento, los inconformes hirieron a varios elementos policiacos, retuvieron a 8 policías y se apoderaron de un camión blindado conocido como Black Mamba, que costó 8 millones de pesos al gobierno estatal.

En su atropellada retirada, los uniformados no alcanzaron a retirar las motocicletas oficiales y algunas de ellas fueron derribadas y golpeadas por los manifestantes que estaban armados con palos.

El módulo de seguridad de La Cinca, ubicada a un kilómetro de El Parador del Marques fue atacado a pedradas por los manifestantes.

Al tener el camino despejado, los inconformes continuaron su avance hacia Chilpancingo para manifestarse afuera de la sede del Poder Ejecutivo y también en el Congreso del Estado.

Esto provocó que ambos edificios públicos fueran desalojados de inmediato.

Al llegar a la sede del Poder Ejecutivo, los manifestantes utilizaron el camión blindado Black Mamba para derribar una de las puertas de acceso a la explanada y exigir una reunión con el secretario de Gobierno, Ludwig Reynoso Núñez, con quien dialogaron horas más tarde sin llegar a ningún acuerdo.

Otro grupo de manifestantes también ingresó por la fuerza a la sede del Poder Legislativo.

Durante la irrupción violenta, al menos dos helicópteros de Seguridad Pública estatal sobrevolaron la zona del conflicto.

Uno de los manifestantes declaró a Latinus que la manifestación se debía a la falta de seguridad, obras, educación y salud en sus comunidades, así como por la detención del líder transportista de Colotlipa, Jesús Echeverría Peñafiel, y Bernardo ‘N’, quienes fueron detenidos la semana pasada por portación de cartuchos para rifle AK-47 y droga, de acuerdo con la Fiscalía General de la República.

Los pobladores no permitieron a periodistas acercarse a la manifestación, amenazaron a un reportero y lanzaron piedras a un grupo de comunicadores en las inmediaciones del Congreso de Guerrero.

El transporte público en Chilpancingo se suspendió parcialmente, además que se retrasaron salidas de autobuses de pasajeros hacia Acapulco, Costa Grande y Costa Chica.

Por temor, propietarios de negocios locales decidieron cerrar sus  establecimientos.

Por la tarde, por segunda ocasión en tres días, las calles de la ciudad lucieron desiertas.

El líder transportista cuya detención habría sido una de las causas de la violenta manifestación de este lunes, sería familiar de Servando de Jesús Salgado, dirigente del Sindicato Independiente de Transportistas y exdiputado local por el PT y Morena quien fue presidente de la Comisión de Transporte del Congreso de Guerrero en la pasada legislatura local.

Después de dialogar varias horas con el secretario de Gobierno y el secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez, con quienes no logaron ningún acuerdo, los manifestantes regresaron a Petaquillas y se llevaron con ellos a los uniformados retenidos y el vehículo blindado Black Mamba.

Por su parte, Reynoso Núñez afirmó que detrás de la violenta manifestación de cientos de pobladores de varios municipios de la zona Centro, hay un interés de “desestabilizar y manchar” la administración de Evelyn Salgado Pineda.

El secretario de Seguridad Pública confirmó que los manifestantes mantenían secuestrados a 5 policías del estado, a 4 elementos de la GN, 3 de Gobernación del Estado y uno de Gobernación federal, y demandó su libertad.