Este miércoles, se desató la polémica en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, después de que comenzaran a circular fotos en las que aparece la alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández junto a una persona quien se presume es Celso Ortega Jiménez, presuntamente uno de los integrantes del grupo criminal “los Ardillos”.
Ante la controversia, la alcaldesa admitió que efectivamente es ella quien aparece en la imagen, pero negó categóricamente que se hubiera alcanzado algún acuerdo o pacto durante el encuentro.
En una entrevista posterior a un acto público, la alcaldesa declaró que desconocía la identidad de la persona con quien se reuniría, calificando el encuentro como “fortuito”.
Además, Norma Otilia Hernández afirmó que solicitará a la Fiscalía General de la República (FGR) que investigue el asunto, ya que considera que estos hechos están afectando gravemente su imagen y reputación. Asimismo, reiteró su disposición para colaborar con cualquier indagatoria que sea necesaria.
Esta situación se produce en un contexto de tensión y violencia en Chilpancingo, ya que la semana pasada se encontraron los restos mutilados de siete personas en la plazoleta del barrio de San Antonio, cerca del centro de la ciudad. En el lugar, se halló un mensaje aludiendo directamente a la presidenta municipal y haciendo referencia a un “segundo desayuno” que supuestamente se le prometió.
La situación se torna aún más delicada, ya que también se encontró una cartulina con amenazas dirigidas al Síndico Andrei Marmolejo, acusándolo de corrupción y complicidad con el grupo criminal de “Los Tlacos” al supuestamente cobrar licencias a comerciantes para beneficiar a dicha organización delictiva.
Se espera que la investigación de la FGR arroje luz sobre esta reunión y sus implicaciones, en medio de una creciente inquietud por la presencia y actividad de grupos criminales en la región.