David Martínez Téllez
Carisma. Es un atributo que da la naturaleza en una persona. Simple. Tienes o careces de ello.
Xóchitl Gálvez es carismática. No es el ideal occidental de la mujer “bella”. Su belleza se puede localizar en su habilidad para enfrentar a cualquiera. Dentro de este concepto de cualquiera se encuentra el presidente.
Ese fenómeno de carisma en Guerrero ya lo tuvimos con Zeferino Torreblanca Galindo. En 2005 le ganó al PRI con su candidato Héctor Astudillo Flores.
Se hablaba en todos lados de Zeferino. Le ayudó en aquel tiempo su propaganda plagada de una letra Z. También, la alianza con grupos de poder de color tricolor.
Uno de esos grupos fue el grupo Figueroa. El otro fue el apoyo soterrado del entonces gobernador priista, René Juárez Cisneros.
Es casi imposible investigar que los recursos del gobierno en turno se perfilaron hacia la campaña de Zeferino; pero se conocieron, en su momento, declaraciones de políticos que percibían ese destino.
Realicé un breve estudio en medios impresos del comportamiento político del gabinete renejuarista en relación con la campaña de Zeferino Torreblanca y descubrí que en 2004 (año de antelación de la contienda electoral) funcionarios de primer y segundo nivel se fueron incorporando paulatinamente –mes por mes- al equipo de Z.
Pero lo trascendente fue que Zeferino fue muy popular. En cualquier parte de la entidad se comentaba sobre el portento de la Z. Incluso lo identificaban, a partir de esta última letra, como el Zorro. Pensaron que era un personaje incógnito con muchas agallas para vencer a un partido longevo y que además les iba a resolver todos los problemas. Pasado el sexenio encontraron la respuesta. Nada.
A nivel de competencia de la silla presidencial. La maravilla la vimos en el 2000 con Vicente Fox. 12 años después apareció otra sorpresa con Enrique Peña Nieto. En 2018 apareció con asombro AMLO con una enorme ganancia de 30 millones de votos. Es imagen.
En estos tres ejemplos estoy hablando de carisma. De una personalidad más allá de un programa.
En estos momentos ha aparecido para alucinación de la oposición a Morena, Xóchitl Gálvez. En donde se para la gente le aplaude, la vitorea. Es, en estos días, la sensación.
Como lo dijo AMLO en su momento: benditas redes, te hacen popular.