- Monseñor Jesús González dijo que “colectivamente estamos secuestrados, ya no es un secuestro individual o familiar, ahora si son masas, comunidades, regiones, municipios secuestrados por el crimen”
Jesús Saavedra
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández afirmó que muchos guerrerenses se sienten “colectivamente secuestradas” por grupos del crimen que han impuesto la violencia en municipios y regiones de Guerrero donde “controlan todo”, por lo que hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a trabajar con la sociedad para revertir “el difícil momento que estamos viviendo”.
A las 8 de la mañana de este miércoles, el prelado encabezó la primera eucaristía de la cuaresma de este 2023, que llevará a los feligreses católicos a un “período de reflexión y encuentro con Jesús los próximos 40 días”.
Encabezó la misa en la catedral de La Asunción de María, a la queasistieron más de 500 católicos a recibir la unción de ceniza en el inicio de la cuaresma, que culmina con la conmemoración de la crucifixión de Jesús en 40 días en los días que la iglesia llamaSemana Santa.
González Hernández dijo que recientemente los cuatro obispos de Guerrero llegaron a la conclusión de que muchos guerrerenses se sienten “colectivamente secuestrados” y que por ello las autoridades deben de trabajar para mejorar la seguridad y la justicia.
Posteriormente, José de Jesús González declaró a reporteros que en Guerrero se viven momentos difíciles, “debemos de creer en nuestros gobiernos, en nuestra sociedad, en las personas, que podemos cambiar y empezando por uno mismo, no permitiendo la violencia y la maldad”.
Señaló que en este inicio de cuaresma “lo que queremos es vencer al mal a fuerza del bien; autoridades, sociedad, nosotros que cambiemos, es un tiempo bueno para cambiar y necesitamos de todos; el mal parece que vence, pero al final no vencerá el mal, porque tenemos la fuerza de Dios”.
Apuntó que como representantes de la iglesia católica “queremos influir en nuestros fieles y que ojalá podamos influir en la sociedad y poner nuestro granito de arena para que haya paz, libertad, verdad y confiamos en el ser humano”.
Monseñor González Hernández reiteró que “colectivamente estamos secuestrados, ya no es un secuestro individual o familiar, ahora si son masas, comunidades, regiones, municipios secuestrados por el crimen, por los grupos que ya tienen mucha fuerza o se les ha dado esa fuerza o lo han hecho como presión; así lo hemos detectado los obispos en Guerrero y pues alzamos la voz por las víctimas que están sufriendo que no puedan salir a hacer sus vidas, pues (están) esclavizados por los grupos armados, por los grupos delincuenciales que tienen mucha fuerza, porque se les ha dado esa fuerza”.
Y pidió a las autoridades “que no se dejen influir por esas fuerzas, creemos en nuestros gobiernos, porque tienen ese deber legal, para que hagan lo más justo, lo más pacífico y no así violentamente”.
Recordó que en Guerrero hay zonas donde el crimen controla el comercio, “controlan todo y la gente está obligada a no salir, sabemos que eso es pobreza, eso es esclavitud y no estamos para esto”.
González Hernández sostuvo que en Guerrero “no hay ninguna región a cuál irle” en lo que se refiere a la inseguridad, violencia y presencia del crimen organizado, y mencionó que “hay fronteras en todo Guerrero, aduanas de control” que imponen los criminales, y “pues no estamos para eso, no queremos estar en esa situación y la gente se debilite, se frustre y de ahí viene que la gente se levante en armas, por decirlo así, y entonces encuentra la muerte y es más muerte”.
El obispo afirmó que el gobierno “ha permitido” esta situación, pero enseguida añadió: “todos hemos permitido la corrupción, el soborno, la maldad que tenemos, todos lo hemos permitido; queremos salir, queremos corregir, confiar y tejer lo que permitimos descoser”.
Pidió que autoridades y sociedad “jalemos los hilos que todavía estén buenos del tejido social y por eso tenemos esperanza en la misma autoridad, la policía, la sociedad, los empresarios, las instituciones, queremos ver que hay un hilo fuerte y empezar a tejer lo que permitimos que se descosiera”.
Avaló además que las autoridades hayan realizado operativos para despejar de retenes instalados por civiles armados en las carreteras como de en el tramo Ocotito a Tierra Colorada, pero recomendó que “que sea permanente, porque mientras pasan ellos se hacen a un lado, se van y se vuelven a poner”.
Señaló que la seguridad en el estado y los municipios es responsabilidad de sus autoridades, “deben de ejercer su autoridad, (porque) a pequeños o grandes grupos se les ha permitido que tengan autoridad y nosotros nos preguntamos: ¿A qué autoridad nos debemos de dirigir para exigir justicia, exigir seguridad, fuentes de trabajo, que haya salud, educación?, o si ese es el gobierno que tenemos, pues se cambió todo y no tenemos gobierno”.