- Monseñor Leopoldo González dijo que “nos duele, entristece e indigna la violencia que ha ejecutado, asesinado o herido a personas en estos días”
Ana Lilia Torres
El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, consideró que no basta con llenar de guardias y policías las calles de las ciudades para garantizar la seguridad de la ciudadanía, sino que se debe abatir la impunidad para hacer justicia, detener a los responsables y evitar más actos criminales.
En su mensaje dominical, el prelado católico dijo que “nos duele, entristece e indigna la violencia que ha ejecutado, asesinado o herido a personas en estos días. Son crímenes que hieren a todos en la sociedad. Lo mismo las extorsiones que sangran la economía familiar”.
Ante los hechos violentos de los últimos días, señaló que “hemos visto que no bastan muchos guardias para asegurar la integridad de las personas y sus bienes, porque no pueden vigilar a cada uno para que no hagamos mal”.
En ese sentido, consideró que “la impunidad en que quedan tantos crímenes nada ayuda a la paz y a la tranquilidad. Es necesario que conocida la verdad, se repare el daño y conforme a derecho se ponga a quienes cometieron esos crímenes, en condiciones de no seguir cometiéndolos”.
También celebró la llegada de las fiestas de Navidad y Año Nuevo e invitó a los feligreses a reflexionar en la importancia de estas fechas, que es el nacimiento del niño Jesús, como un regalo para la humanidad.
“Los cristianos hacemos fiesta, nos alegramos y nos felicitamos precisamente por este niño nacido en la ciudad de Belén, en los tiempos del emperador Augusto. Es el hijo de Dios hecho hombre. En Él Dios se hace Emmanuel, Dios con nosotros, que comparte nuestra vida y la hace suya”, señaló.
El clérigo dijo que las posadas recuerdan a los santos peregrinos, María y José, y también Jesús que está en el vientre, tocar de puerta en puerta pidiendo que les dejen entrar, hasta que los de casa les reciben y hospedan.
“Sucede algo muy parecido en la vida ordinaria, para que haya alegría de fiesta, es más, para poder vivir, es necesario que nos reconozcamos y nos acojamos”, añadió monseñor González González.
Finalmente, dio la bienvenida a los visitantes que llegan en estos días, a quienes les deseó un muy buen descanso y disfrutar de la hospitalidad de la gente, así como de la convivencia con su familia.