Alejandro Gómez

 En represalia por haberse declarado en paro de labores y participar en el cierre de la Unidad de Especialidades Médicas del Centro de Atención Primaria en Adicciones (Uneme-Capa) durante una semana, a una trabajadora social de esa institución dependiente de la Secretaría de Salud en Guerrero (Ssa) le anunciaron la terminación de su contrato de trabajo y por lo tanto ya no prestará sus servicios en ese lugar.

El viernes por la mañana, representantes del departamento jurídico de la jurisdicción sanitaria 02 norte se presentaron en la Uneme-Capa, para conocer la problemática iniciada el pasado 17 de Noviembre cuando media docena de trabajadores federales, estatales y de contrato tomaron la institución, como medida de protesta para exigir la destitución inmediata de su coordinadora, Francisca Hernández Colín, a quien señalaron de diversas situaciones.

Los funcionarios fueron tajantes al anunciar a la citada trabajadora social que su contrato de trabajo estaba terminado y por lo tanto ya no formara parte de los empleados de esa institución, aunque no dieron a conocer a partir de cuándo surtirá efecto el despido y tampoco ahondaron sobre los motivos para dejar sin efecto la relación laboral.

La recisión del contrato de la citada trabajadora social tomó por sorpresa a la base laboral de la Uneme-Capa, en virtud de que ya había transcurrido una semana de que las oficinas se mantenían tomadas para exigir la destitución de la morenista Hernández Colín por presunto abuso de autoridad y las autoridades de la Ssa no atendían ni resolvían la problemática, donde además los servicios al público estaban suspendidos.

Cuando inicio la protesta hace poco más de una semana, los quejosos colocaron sobre la reja de acceso cartulinas con las leyendas “enfermera Francisca Hernández Colín si el perfil laboral no tienes, renunciar al cargo debes” y “Francisca entiende, el pueblo pone y el pueblo quita, fuera”, así como señalamientos de que la funcionaria estatal se niega a escuchar a los trabajadores y carece de liderazgo y capacidad para estar al frente de la dependencia.  

Durante la primera semana de protesta los manifestantes no permitieron a Hernández Colín entrar a su oficina y con pancartas sellaron su área de trabajo para que no pudiera ingresar; radicalizaron sus acciones al cerrar otros espacios de la Uneme-Capa y suspendieron los servicios a la población, hasta que las autoridades resolvieran su pliego petitorio.