• Los vecinos de ese fraccionamiento, donde la mayoría de las viviendas quedaron inhabitables tras el sismo de magnitud 7.1 ocurrido el año pasado, exigen que la empresa Opción Paquimé responda por las deficiencias en la construcción de los inmuebles

Ana Lilia Torres

Vecinos del fraccionamiento Pedregal de Cantaluna marcharon por la Costera Miguel Alemán de Acapulco, al cumplirse este miércoles, un año del sismo de 7.1 grados que dañó alrededor de 600 viviendas de ese conjunto habitacional.

Los afectados exigieron durante la marcha que la empresa constructora Opción Paquimé SA de CV, responda por las deficiencias en la construcción de sus casas, que en su mayoría quedaron inhabitables después del sismo.

Los manifestantes iniciaron la movilización desde la glorieta de La Diana hacia el Asta Bandera, llevando una manta en la que denunciaban que fueron víctimas de fraude por parte de la empresa constructora que les vendió las viviendas.

Vestidos con playeras blancas y pancartas en mano, los habitantes de esa unidad habitacional, ubicados entre los poblados San Isidro y Pedregoso, exigieron justicia por el fraude que sufrieron en la compra de su patrimonio.

Directamente acusaron a Malvido Arriaga, propietario de la empresa que levantó los edificios sin cimientos, sin varillas y en condiciones tales que hay riesgo de colapso en caso de otro sismo.

Los vecinos de Pedregal de Cantaluna exigieron el pago de una indemnización, así como la demolición y reconstrucción de los edificios, a un año del temblor el 7 de septiembre de 2021.

Reprocharon que ha pasado un año y ninguna autoridad les ha ayudado para que la empresa responda por la pérdida de su patrimonio y han tenido que pagar rentas por la falta de un techo seguro bajo el cual dormir.

Varios de los vecinos se mostraron afligidos por la situación que viven desde la noche del terremoto, por el que tuvieron que dejar sus casas por la seguridad de sus familias.

Denunciaron que la empresa inmobiliaria y las aseguradoras se valen de argucias jurídicas para evadir su responsabilidad y no pagar los daños de indemnización a quienes compraron esas viviendas.

De acuerdo con las evaluaciones hechas por peritos, las viviendas fueron construidas con material de baja calidad y con múltiples deficiencias, de las que a la fecha no se hace responsable la empresa constructora Paquimé.