David Martínez Téllez

Paco Ignacio Taibo II director del Fondo de Cultura Económica (FCE) está impulsado un programa de fomento a la lectura el más ambicioso en América Latina. Este proyecto consiste en invitar a leer. También se informa que para esta idea se imprimieron 2 millones cien mil libros.

Cada vez estoy más convencido que un lector asiduo se construye, en sus primeros años, por obligación. Unos le llaman necesidad. Para mí la lectura es un deber.

Sí, así, debe ser lector. En términos generales la lectura despierta imaginación en cualquier campo, ya sea científico o literario.

Escribí la cantidad de libros del FCE para el fomento a la lectura porque son poquitos si se compara con los libros de texto gratuito que son 30 millones, solo para educación básica. Si le sumamos la secundaria se imprimen 140 millones de libros. Ese exorbitante cantidad para el fomento es una ridiculez.

El punto fino es cómo animo, convenzo, motivo u obligo a leer a un jovencito.

Para comenzar se construye una cadena. El primer eslabón, que es el profesor, debe leer. Sino lee se rompe desde ya la continuidad.

En realidad este es el problema de la educación mexicana o de la preparación del magisterio. No lee.

Regreso a la palabra obligación. El docente debe leer y con esa preparación debería motiva a sus escolapios a hacer lo mismo. No lee maestro, entonces qué ilusión o imaginación puede transferir.

Hay que obligar al maestro a leer y este a su vez forzará a leer a su alumno.

He propuesto de 4 a 6 horas a la semana dedicadas a la lectura en voz alta, cualquier libro; pero si es literatura, mejor.

El lector por su propia conformación humana va a interpretar lo que lee. Al principio repetirá lo que lee; pero cuando se habitúa a leer se convierte en otro ser humano. Adquiere criterio propio.

Los mexicanos no leemos. La encuesta internacional señala que el mexicano lee en promedio 1.9 libros al año. Si la comparamos con un país europeo tenemos que allá se leen arriba de 15 libros anualmente.

Aquella persona que repite lo que otro dice está condenada a ser dependiente. Sencillamente abandona (creo que por flojera) a su condición de ser un humano.