Monseñor Jesús González dijo que Felipe Vélez ya fue despertado y dado de alta, pero aún no ha declarado ante las autoridades sobre lo que le ocurrió el 28 de julio pasado en esa ciudad
Luego de casi 20 días de estar internado en un hospital de Cuernavaca, el padre Felipe Vélez Jiménez, quien recibió un disparo en el rostro cuando conducía un auto en Chilapa de Álvarez, el 28 de julio pasado, ya fue despertado y dado de alta, pero aún se encuentra en reposo y no ha podido rendir su declaración judicial.
Esto lo informó el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, durante una entrevista después de presidir la misa dominical de la 1:00 de la tarde en la Catedral Central de Chilapa.
Monseñor habló primero del Covid-19, y aunque los casos van a la baja, llamó a la población a seguirse cuidando para no contagiarse, y a los que están actualmente enfermos les pidió no salir para no afectar a los demás. También se refirió a la violencia que vivieron en la última semana los estados de Michoacán, Jalisco, Chihuahua y Baja California, que dejaron más de 11 muertos, la mayoría civiles, y muchos daños a vehículos y negocios después de ser incendiados por presuntos integrantes de la delincuencia organizada.
Manifestó que estos hechos “son un desafío para todos nosotros: para la Iglesia, para la sociedad, para el Gobierno Mexicano, para todos los hombres y mujeres que vivimos en este país, es decir, no estamos contentos, no aprobamos ningún acto de violencia; no aprobamos que haya hermanos nuestros que estén tan enojados con el mundo, con los seres queridos, con los humanos”. Preguntó: “¿Qué les estará pasando a los hombres y mujeres violentos?”. Sin embargo, dijo que “nos duele mucho que los hayan formado en la violencia, nos duele mucho que los hayan lesionado para destruirnos a nosotros mismos. Decirles que los queremos mucho, la Iglesia los quiere mucho porque son nuestros hermanos, y si están allí (en la delincuencia organizada) les pedimos perdón porque seguramente es por nuestras culpas, es decir, no los supimos tratar desde su familia, no los supimos tratar en su escuela, no los supimos tratar en la comunidad, en la sociedad”, señaló.
Dijo que ante esta situación, la comunidad religiosa está todos los días orando y hasta dando la vida por los generadores de la violencia para su conversión y para que cesen estos actos en todo el país.
Respecto al sacerdote Felipe Vélez Jiménez, quien recibió un disparo en pómulo que le dañó parte de su dentadura, boca y en su casco cerebral, por lo cual sometido a dos cirugías, monseñor Jesús González informó que afortunadamente ya fue despertado y dado de alta tras 18 días internado en el hospital, pero que sigue en reposo. En ese sentido, dijo que no ha podido rendir su declaración a la Fiscalía General del Estado para que se esclarezca cómo ocurrieron los hechos, y dijo que ni él ha podido reunirse con las autoridades, pero que “la buena noticia es que el padre está a salvo” y que no hubo daños en su vista ni en su cerebro, pero sí en su nariz por lo que le están poniendo una prótesis. (Con información de API)