David Martínez Téllez
Me preguntó, hace unos días, un amigo el porqué se llama el cine de oro mexicano durante la segunda guerra mundial.
La respuesta fue corta. Estados Unidos, el mayor productor de cine mundial, se enroló en la pelea por la distribución del mundo.
Nuestro vecino dejó a un lado la industria del celuloide para fabricar armas y estrategias para la guerra.
Hasta los dibujantes de Walt Disney diseñaban armas en lugar de animaciones para el entretenimiento.
Hacer cine se lo dejó a México y es por eso que se hicieron cientos de películas al año. Incluso hubo empresarios norteamericanos que apoyaron económicamente a la fábrica de los sueños mexicana.
El mercado latino fue para el cine mexicano. Y una que otra película fue reconocida a nivel mundial.
No se alcanzó a construir los grandes escenarios norteamericanos; pero sí enormes estudios para diseñar algunos pueblos al estilo gringo.
La gran aportación del cine mexicano a la industria mundial fueron los filtros utilizados por el fotógrafo Gabriel Figueroa. Evidentemente las historias de cómo era la clase media. Pero muy pocas reseñas de cómo fue la pobreza nacional. Hasta que llegó el español Luis Buñuel (Los olvidados) para reflejar la marginación mexicana. La primera película (Allá en el Rancho Grande) intentó fotografiar las costumbres y hábitos del México rural; sin embargo, se quedó en grabar al charro de la clase social alta y media.
Muchos contenidos mexicanos eran copia de lo que ya había realizado la industria gringa.
La siguiente etapa del mejor cine (por la venta de boletos) se asomó con las luchas libres y tiempo después con el tema de ficheras. En realidad no hubo aportación de movimientos o encuadres de cámara. Ni de actuaciones de alguien que se dijera “es una maravilla” en el mundo de la actuación.
La mejor época de cine mexicano arribó hasta el siglo XXI con Del Toro, Cuarón e Iñárritu; bueno eso lo dicen quienes premian a lo mejor del cine mundial con los Óscares.
Pero si vemos con ojo cinematográfico su trabajo. Se salva Amores Perros y Harry Potter. Nada más.