• Esto ocurre después de 2 años de que su antecesor Salvador Rangel estuvo vetado por la policía comunitaria de ese lugar

Jesús Saavedra

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, retornó a su actividad pastoral en comunidades de Heliodoro Castillo, luego de que su antecesor, Salvador Rangel Mendoza, no acudía a ese municipio de la Sierra porque la policía comunitaria de Tlacotepec le había advertido que su iba, lo someterían a un proceso de reeducación.

Este martes, monseñor González Hernández informó a través de la página de Facebook de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa que había acudido a comunidades de la Sierra de Tlacotepec.

Subrayó que el obispo “ha de promover con todas sus fuerzas la santidad de sus fieles, cuidando de que estos crezcan en la gracia por la celebración de los sacramentos, siendo, así, imagen viva de Cristo el Señor”.

El obispo González Hernández visitó la Parroquia de Santiago Apóstol en la comunidad de Los Ocotes, municipio de Tlacotepec, donde “la gracia por la celebración de los sacramentos, siendo, así, imagen viva de Cristo el Señor”.

Añadió que también administró “los Sacramentos de Iniciación Cristiana” y que visitó las comunidades de La Encantada y El Limoncito del Decanato de la sierra de Guerrero.

En abril pasado, cuando dejó de ser obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Rangel Mendoza reconoció que tenía dos años que no acudía al municipio de Tlacotepec a realizar su actividad pastoral por esa orden de reeducación por su buena relación con Isaac Navarrete Celis, supuesto líder de un grupo delictivo que operaen Chichihualco.

En mayo pasado durante el quinto aniversario de la policía comunitaria, su coordinador Salvador Alanís Trujillo dijo que esa orden de reeducación contra Rangel Mendoza se había cancelado y que esperaban un diálogo con el nuevo obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa.