Jesús Saavedra
Una treintena de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), bloquearon durante más de una hora la avenida Lázaro Cárdenas de esta capital para exigir clases presenciales.
Este martes poco después de las 8:30 de la mañana un grupo de universitarios decidieron bloquear los cuatro carriles de la avenida Lázaro Cárdenas, justo frente a Ciudad Universitaria al sur de esta capital.
Ahí uno de los universitarios explicó que desde hace más de 2 años, cuando inició la pandemia del Covid-19 suspendieron clases presenciales y optaron por la instrucción escolar en línea.
Indicó que se ha ido superando la pandemia del coronavirus, “pero ahora los profesores se niegan a regresar a clases presenciales por el pretexto que están reconstruyendo varios edificios por el sismo de septiembre del año pasado”.
Abundó que tuvieron reuniones con los directivos de la Facultad de Derecho y que acordaron buscar soluciones para el regreso a clases presenciales, “pero tiene 3 meses de ese acuerdo inicial y la planta de docentes se niega a regresar a clases presenciales y ellos siguen cobrando completo su salario”, añadió.
Recordó que hace 4 meses leyeron una declaración escrita del rector, José Alfredo Romero Olea de buscar alternativas para reubicar a los alumnos en instalaciones alternas y se reanudaran las clases presenciales, “pero los maestros no quieren regresar”, denunciaron.
En esa Facultad desde hace un mes se demolieron dos edificios que resultaron dañados por el sismo de septiembre del año pasado y por ello se decidió suspender las clases presenciales, a pesar que en el resto de las instituciones públicas de educación ya retornaron a sus actividades.
Los inconformes dialogaron con directivos de esa institución y de Gobernación del estado, quienes duraron más de una hora en convencerlos de iniciar una mesa de diálogo y dejar de bloquear esa importante avenida de la capital.
Poco antes de las 10 de la mañana los universitarios inconformes retiraron su bloqueo y fueron objeto de insultos por decenas de automovilistas que se quedaron detenidos durante más de una hora cuando se dirigían a realizar sus actividades cotidianas en Chilpancingo.