• El exprocurador de Justicia de Guerrero reveló que en su momento tuvo las fotos de 5 sicarios a los que el entonces alcalde de Iguala les había ordenado que lo mataran
  • Asegura que ya investigaba al exalcalde por sus nexos con ‘Guerreros Unidos’, incluso antes de la desaparición de 43 normalistas, a través de una sobrina que era esposa de Mario Casarrubias, líder de ese grupo delictivo 

Redacción 

Cuando todavía era alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez ordenó su asesinato, como consecuencia de las investigaciones que derivaron en la detención de integrantes del grupo criminal ‘Guerreros Unidos’, tras los ataques contra normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre de 2014, y la posterior desaparición de 43 de ellos, reveló ayer el exprocurador de Justicia de Guerrero, IñakyBlanco Cabrera.

En declaraciones que hizo al portal Interacción, el abogado respondió de esa manera al señalamiento que le hizo Vidulfo Rosales Sierra, abogado de los padres de los 43 desaparecidos, en el sentido de que el descalifica el testimonio de ‘Juan’, quien en realidad es Gildardo López Astudillo y testigo colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR), porque lo señala de que siendo titular de la PGJE estaba en la nómina de ‘Guerreros Unidos’.

Blanco Cabrera señaló que siempre será cuestionable el hecho de que, siendo ‘El Gil’ uno de los principales perpetradores de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, ahora se le otorguen beneficios, principalmente el de la libertad, al ser un testigo colaborador de la FGR.

Recordó que la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando se conocieron los ataques contra los normalistas, se trasladaron hacia Iguala los dos vice fiscales, el oficial mayor, todos los peritos, ministerios públicos y policías ministeriales que se encontraban disponibles en Chilpancingo.

Añadió que desde 2013, inició varias investigaciones en contra de ‘Guerreros Unidos’ que permitieron establecer nombres, números telefónicos, domicilios de algunos de sus miembros y, entre otras cosas, la localización de fosas clandestinas en las que se encontraban los cadáveres de personas que estaban en calidad de desaparecidas.

Entre otras cosas, dijo que esas pesquisas permitieron el desmantelamiento de un narco-laboratorio en la colonia San Miguelito,en Iguala, en una acción coordinada con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

Blanco Cabrera dijo que entre los nombres que se conocieron, a partir de la investigación que él encabezó, se conocieron nombres como el de Felipe Flores, quien era entonces el jefe de la Policía Preventiva de Iguala, y el de Patricia Soto Abarca, esposa de Mario Casarrubias Salgado —uno de los líderes de ‘Guerreros Unidos’— y sobrina del exalcalde José Luis Abarca.

Aseguró que a partir de esa investigación, tenía ubicados los apodos de un jefe de sicarios al que se hacía referencia como ‘El Mike’, ‘El Choky’ o ‘El Pelón’, así como los apellidos de los hermanos Benítez Palacios, a quienes se conocía como líderes de ‘Los Peques’ o ‘Los Tilos’, un grupo de sicarios al servicio de ‘Guerreros Unidos’.

Blanco Cabrera recordó que también que se obtuvo el nombre del jefe de sicarios de Pueblo Viejo, Gildardo López Astudillo, a quien se conoce como ‘El Gil’, ‘El Cabo Gil’, ‘El Gallero’ o ‘Capitán de Capitanes’, quien ahora es el testigo colaborador de la FGR en las nuevas investigaciones por el Caso Ayotzinapa.

Añadió que el testimonio de ‘El Cabo Gil’ ofrecido como testigo colaborador se encuentra lleno de contradicciones y por eso es que lo cuestiona, porque hay situaciones que ignora o desconoce “a conveniencia”.

Y entonces Blanco Cabrera reveló que “a mí un integrante del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG) me hizo saber que un grupo de sicarios de ‘Guerreros Unidos’, había sido enviado por José Luis Abarca para privarme de la vida”.

Añadió que ese miembro del GCG, en el que participaban todas las instituciones de seguridad, federales y estatales, “me hizo entrega de un texto que habían interceptado, así como de unas fotografías de las personas que habían sido comisionadas” para matarlo.

Indicó que el asunto ya lo declaró ante la FGR, por lo que se inició la investigación correspondiente.

“En aquel entonces iniciamos una indagatoria sobre el particular, me dijeron que era un grupo de cinco individuos y me entregaron las fotografías de los mismos”, precisó.

Explicó que esa orden “fue por el hecho de que estábamos nosotros investigando a ‘Guerreros Unidos’, incluso desde mucho tiempo antes de lo ocurrido en Iguala, con especial referencia al expresidente municipal, José Luis Abarca Velázquez”.

Indicó finalmente que esa investigación quedó pendiente, se hizo saber a la FGR y actualmente es uno de los cabos sueltos que existen respecto a las indagatorias que pesan sobre los miembros de ‘Guerreros Unidos’.