- Custodiadas por fuerzas de seguridad, más de 200 personas que huyeron de un grupo delictivo, se encontraron con sus casas saqueadas y destrozadas
- Piden ayuda a la gobernadora Evelyn Salgado para que puedan reconstruir sus viviendas y volver a producir mezcal, que era su principal sustento
Jesús Saavedra
ZIHUAQUIO.— Luego de dos años de que tuvieron que abandonar sus hogares debido al acoso que sufrieron por parte de un grupo del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), este fin de semana unas 60 familias regresaron a la comunidad de Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán, resguardados por un fuerte operativo de militares, la Guardia Nacional y la Policía del Estado.
En enero del 2020, unos cien hombres armados del CJNG irrumpieron a balazos en esa comunidad, en la que sus pobladores de dedican ala producción de mezcal, la agricultura y la cría de ganado.
Ante el asedio del grupo delictivo, más de 60 familias, unas 300 personas, tuvieron que desplazarse de manera forzada a las comunidades de Vallecitos de Zaragoza, Paso de Arena, Placeres del Oro y Coyuca de Catalán, donde vivieron durante más de 2 años.
Atrás dejaron sus viviendas y una veintena de vinatas donde producían el mezcal, pero el sábado por la mañana regresaron a sus hogares en un convoy de camionetas en las que trasladaron víveres, enseres domésticos y su ganado.
Fueron resguardados por elementos de fuerzas de seguridad del gobierno federal y estatal, y al llegar constataron que la mayoría de sus viviendas fueron destrozadas a balazos, unas más las quemaron y sus vinatas destruidas.
“Tenemos que empezar de cero, a reconstruir todo, pero somos gente de trabajo y lo vamos a hacer, lo que pedimos ahora es que nos mantengan custodiados porque esas gentes del CJNG acá siguen y no están contentos que regresemos”, relata triste don Alfonso, un jefe de familia.
En ese lugar, Luis Alberto García, encargado de la Mesa de Atención a Familias Desplazadas, informó que dieron “acompañamiento a un registro de 55 familias desplazadas, en total tenemos un censo de 203 personas que podría incrementarse”.
Agradeció el apoyo del Ejército, la Guardia Nacional, a la Policía del Estado”, y señaló que el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Gobierno, va a “coordinar acciones para que la seguridad y estabilidad, sobre todo la integridad física de las familias, esté asegurada”.
En ese sentido reveló que “se va a desplegar un campamento de fuerza estatal y federal para brindar seguridad las 24 horas del día”.
Pide comisario seguridad y apoyo para reconstruir el pueblo
El comisario de esa localidad, Benito Campos Sepúlveda, dijo que la petición de las familias que regresaron a Zihuaquio “es que las autoridades nos den acompañamiento con seguridad, para que podamos iniciar a reconstruir nuestro pueblo, nuestras casas que fueron saqueadas, algunas quemadas, otras están destrozadas, necesitamos tener certeza que nos van a proteger para volver a reconstruir nuestro pueblo”.
Calculó que el 80 por ciento de las viviendas de Zihuaquio “están totalmente destruidas”, por lo que pidió al gobierno “que nos ayude a reconstruirlas y podamos instalarnos con nuestras familias”.
Explicó que en esa localidad había una veintena de vinatas, pero “esos armados las destruyeron, se llevaron todos los aparatos que teníamos para producir el mezcal, se llevaron alambiques, picadoras, palas, todo el instrumental”.
Campos Sepúlveda informó que cuando abandonaron ZIhuaquio, en enero del 2020, acababan de producir mezcal y tenían entre 15 a 20 mil litros listos para su venta, pero “se produjo eso y se lo llevaron todo, no nos dejaron nada”.
Explicó que “unos 4 millones de pesos representaban esa producción, porque vendemos el litro de mezcal a 200 pesos y se llevaron nuestro patrimonio y sustento de las familias”.
Agregó que en esa comunidad producen unos 70 mil litros de mezcal que venden y sirve como el principal sustento de las familias de Zihuaquio,
Les pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda “que nos apoyen y no nos dejen abandonados, que nos ayuden a recuperar nuestra comunidad”.
Otro desplazados de nombre Luis señaló que su pueblo “está completamente destruido, saquearon nuestro patrimonio y tenemos muchas necesidades”,
Por eso pidió a la gobernadora “que nos ayude con reactivar el centro de Salud, las escuelas, que se instale de nueva cuenta la red de energía eléctrica, el rastreo del camino, que vea la condiciones en las que regresamos a nuestra comunidad. Le pedimos que no nos quiten la seguridad, que mantengan al Ejército, a la Guardia, que nos respalden porque tememos que seamos agredidos por el CJNG”.
Pidió a la mandataria “que nos visite, que comparta con nosotros aunque sea un plato de fríjoles, acá la esperamos y constate lo mal que quedó nuestro pueblo, y la urgente necesidad que tenemos para que nos ayuden a reconstruir todo. Nosotros queremos la paz y que haya trabajo para sostener a nuestras familias”, dijo.
El mismo sábado, esas familias habilitaron de manera temporal y como refugio la iglesia, que también fue saqueada, así como otras viviendas que no estás destruidas como albergues temporales, mientras reconstruyen sus hogares.