•  Los felinos asegurados por la Fiscalía del Estado en un operativo en Quechultenango, el 16 de febrero pasado, habrían muerto por falta de agua y alimentación, informaron pobladores de ese lugar el viernes 
  •  Ayer, la Profepa informó que investiga dónde están, porque “donde se encontraban asegurados los ejemplares, los sellos se encontraban violados y la jaula abierta, vacía, limpia, sin restos de excretas, orina, alimentos o sangre”

Redacción

El paradero de los 3 tigres de bengala que fueron asegurados el pasado 16 de febrero por la Fiscalía General del Estado durante un operativo en Quechultenango, es una verdadera incógnita para las autoridades que los tenían bajo su resguardo, a pesar de que están relacionados con una investigación en curso, como lo informó la fiscal Sandra Valdovinos Salmerón hace unos días.

El viernes pasado trascendió que los 3 felinos habían muerto debido a que nadie les había dado agua ni alimentado, y se publicaron fotos en redes sociales de los felinos tirados inertes en el piso dentro de una jaula, pero este domingo la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que los animales están desaparecidos.

“Actualmente esta Procuraduría se encuentra realizando una investigación, toda vez que al arribar al domicilio donde se encontraban asegurados los ejemplares (los 3 tigres), los sellos se encontraban violados y la jaula abierta, vacía, limpia, sin restos de excretas, orina, alimentos o sangre”, publicó ayer por la tarde la Profepa en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, la Profepa no especifica si el domicilio en el que estaban asegurados los felinos es el mismo en donde estaban en cautiverio, en Quechultenango, o si habían sido movidos a otro lugar.

Esto ocurrió 48 horas después de que diversos medios de comunicación informaron que los 3 tigres habían muerto por falta de alimentación, dentro de una jaula donde los mantenían en cautiverioen Quechultenango.

Y es que el viernes pasado, vecinos de ese lugar comenzaron a circular fotos de los 3 felinos tirados en el piso dentro de una jaula, inertes, informando que habían muerto porque las autoridades que los tenían bajo su custodia no les habían dado agua ni alimentado.

Testigos refieren que después de que trascendió la muerte de los felinos, una camioneta de la FGE sacó del inmueble en Quechultenango los cuerpos de los animales.

El 26 de febrero pasado se informó que efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y de la Fiscalía de Guerrero había realizado un operativo para que los animales fueran entregados en custodia a la Unidad de Manejo Ambiental de la Profepa, pues por un error en el procedimiento no había ocurrido.

Los tres tigres de bengala habían quedado desde el 16 de febrero en una jaula construida dentro del inmueble cateado, ubicado en la calle Libertad de la colonia Manila, en Quechultenango.

Según la FGE, los animales incautados habrían sido alimentados con los cadáveres de las víctimas de ese grupo de la delincuencia organizada.

La FGE no había emitido hasta la noche de este domingo ningún comunicado respecto a esta situación, a pesar de que los 3 felinos están vinculados a la carpeta de investigación FGR/GRO/CHILP/000153/202.