• Las Revueltas se manifestaron en la Plaza Cívica de Chilpancingo para reclamar castigo por feminicidios y frenar la venta de niñas indígenas, y reprochan simulación de autoridades 

Josefina Aguilar

Protocolos y acciones que realmente garanticen a las mujeres y a las niñas el acceso a una vida digna y libre de violencia, no más carpetazos en las fiscalías a las investigaciones por feminicidios, alto a la persecución política hacia activistas, freno a la venta de las niñas indígenas en Guerrero, fueron las exigencias de activistas de la colectiva Las Revueltas, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Integrantes esa organización se manifestaron este jueves en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, en Chilpancingo, en cuya explanada escribieron con grandes letras: “Las niñas no se venden” y “Guerrero feminicida”. Lo primero en relación a los dos últimos casos conocidos sobre matrimonios forzados de niñas en la región de la Montaña y los feminicidios registrados en la entidad.

En entrevista, Yolitzin Jaimes Rendón comentó que las acciones que realizan las diferentes instituciones, como vestirse de naranja el 25 de cada mes para visibilizar la violencia en contra de las mujeres, solo son simulaciones, porque en Guerrero continúan a la alza los feminicidios, las desaparecidas y la venta de niñas para matrimonios forzados en la Montaña.

Refirió el último caso, de la menor que fue encarcelada por negarse a casarse luego de que su familia habría pactado un pago de 200 mil pesos por ella: “las niñas tienen que ser niñas, no deberían estar siendo obligadas a casarse, obligadas a ser esposas, obligadas a parir. Las niñas no se venden, las niñas no se violan, las niñas no se matan, las niñas no se desaparecen”, exigió.

Rechazó que Guerrero sea “un santuario para las mujeres y las niñas”, porque siguen desapareciendo mujeres y los feminicidas siguen libres, como el caso de Magda Romero, que fue desmembrada y cocinada en Taxco, hace varios años, y su agresor no ha sido detenido.

“Esa es la situación de un Guerrero feminicida, de un Guerrero en emergencia, que quiere cubrir y quiere maquillar desde Presidencia de la República, gobierno estatal y municipal”, reprochó.

Afirmó que su manifestación es para “que sepan que el movimiento feminista sigue en resistencia, que no nos callan, que el feminismo no se vende, y que el corazón del feminismo sigue siendo radical”.

También se pronunció en contra de los concursos como el de ‘Flor de Noche Buena Infantil’, que se realiza en Chilpancingo, porque las niñas deben ser niñas y no modelos, disfrutar de su infancia; ojalá que día se erradiquen esos concursos que solo las cosifican y sexualizan, comentó.

Las activistas colocaron en la cuerda del asta, que se ubica en el centro de la explanada, la bandera morada que representa la lucha feminista. Encendieron bengalas, que se han vuelto característica de la lucha feminista, por lo que por unos minutos la Plaza Cívica se vio envuelta en una atmósfera de humo violeta.

Posteriormente, el grupo de no más de quince activistas se dirigió a la escalinata de la sede del Ayuntamiento de Chilpancingo, por lo que el personal que se encuentra en el acceso de manera inmediata cerró la puerta principal con cadena.

Ahí, Las Revueltas dieron a conocer un manifiesto en el que resaltaron que la realidad para las mujeres y las niñas no ha cambiado mucho, porque en México asesinan a 12 mujeres al día y la criminalización a la protesta feminista comienza a presentarse.

Acusaron que el Estado “nos está cobrando la paridad a las mujeres”, porque “a pesar de que mujeres ocupan espacios de toma decisión, no hay una autonomía política, hay una sujeción política que responde a los intereses de los opresores”.

Señalaron que hay un reforzamiento de los estereotipos de género desde el gobierno, a través de actividades como concursos de belleza infantil, negligencia por parte de la policía de género al actuar sin protocolos efectivos, sin capacitación, ni cumplir con el perfil profesional para su realización.

Exigieron la formación y capacitación de todo el personal que ocupa cargos de dirección en los gobiernos para lograr la transversalización de la perspectiva de género y erradicar las negligencias que se comenten en las instancias encargadas de resguardar la seguridad de las mujeres.

Reprocharon que las actividades que simulan prevenir la violencia contra mujeres y niñas en Guerrero, solo contribuyen a aumentar los índices de violencia hacia las mujeres y provoca la desconfianza en la población.

“Ni una sola simulación más, Guerrero no es un santuario para las mujeres, de ejemplo están todas las fichas de desaparecidas y los feminicidas libres, y las familias de las asesinadas sin acceso a la justicia”, demandaron.