•  Hermelinda Tiburcio, de la asociación Kinal Antzetik, asegura que la mayoría de las niñas y mujeres na’a saavi siguen siendo víctimas de matrimonios forzados en la Montaña de Guerrero
  •  Revela que incluso los alcaldes o comisarios participan en “una ceremonia donde cuentan el dinero” que se paga por una niña “y la entregan como una mercancía”

Redacción

“Una cosa es conocer la cultura y otra es vivir en comunidades y ser mujer”, afirmó la activista a favor de los derechos humanos, principalmente de las niñas y mujeres, Hermelinda Tiburcio, al referirse a lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la venta de niñas para matrimonios forzados en ciertas comunidades indígenas de Guerrero.

“Yo creo que para que el presidente conozca, creo que debe anexarlo al INEGI. Nosotras las mujeres tenemos el derecho de elegir con quien compartir nuestra vida y cuántos hijos tener”, dijo la activista a noticieros Televisa.

Añadió que “si INEGI les preguntara tranquilamente le dijera: ¿elegiste a tu pareja?, la mujer va a decir o diría, me pidieron, y si le preguntaran, ¿cuánto dieron por ti? y a lo mejor diría 50 mil, 100 mil, 200 o 400 mil pesos, entonces se tendría que sorprender con esos datos”, expuso.

Hermelinda Tiburcio, de la asociación Kinal Antzetik, es originaria de la comunidad de Yoloxochitl. Asegura que en la actualidad la mayoría de las niñas y mujeres na’a saavi siguen siendo víctimas de matrimonios forzados.

“De mi generación 100%, la generación que sigue, la migración ha contribuido para que pueda elegir, pero en mi generación los padres decidían; ahora me atrevo a decir que el 8% sucede y el 2% migra”, señaló.

Por eso pide al gobierno federal que indague a las autoridades locales, porque son cómplices de la venta de las menores.

“El presidente (López Obrador) le debería preguntar a los presidentes municipales, a los comisarios, cuál ha sido su participación en conteo del dinero; hay una ceremonia donde cuentan el dinero y la entregan como una mercancía”, revela.

Hermelinda Tiburcio confía en que a través de la ley se puedan prohibir definitivamente estas prácticas.

“Yo esperaba que la venida del presidente pues apoyara, ¿no?, de esta violación que dice en contra de cuerpo de la mujer o de la niña, pero bueno no sucede, esperando que la ley lo haga, el Senado haga algo”, concluyó.