- Apenas dos días después de que se inició el censo de afectados, empleada de la Secretaría de Bienestar fue captada con actitud déspota mientras hace su trabajo
- A los afectados no les explican los criterios con los que catalogan los daños sufridos en alguna vivienda, ni los montos que el gobierno federal otorgará
Ana Lilia Torres/Redacción
Funcionarias de la Secretaría del Bienestar conocidas como servidoras de la nación que levantan el censo de damnificados por el sismo de magnitud 7.1 ocurrido al pasado siete de septiembre, fueron exhibidas dando un trato déspota a las personas que entrarán en el programa de ayuda del gobierno de la República.
A través de un video que circuló en redes sociales, se observa a dos empleadas del gobierno federal elaborando documentos dentro de una vivienda de la unidad habitacional Pedregal de Cantaluna, en Acapulco.
A una de ellas se le escucha amenazar con romper la cédula a una mujer damnificada que le pregunta bajo qué criterios están valorando como menores, los daños registrados en su vivienda.
“No puedo discutir más con usted, señora, si no está de acuerdo dígame y le rompo aquí la cédula”, le advierte una de las servidoras de la nación, mientras amaga con destruir el formato en el que se registran los daños de la vivienda y los de la persona afectada.
En la unidad habitacional Pedregal de Cantaluna, ubicada entre los poblados de San Isidro y El Pedregoso, alrededor de 600 familias tuvieron que abandonar sus viviendas porque quedaron inhabitables debido a los daños por el sismo.
La mujer afectada le insiste a la empleada de la Secretaría del Bienestar que no puede estar catalogando como daño menor las afectaciones de su casa en Cantaluna, donde todos los edificios sufrieron afectaciones graves y prácticamente tienen que ser reconstruidos.
En respuesta y en tono de enfado, la servidora de la nación le dice: “¿sabe qué señora? no voy a discutir con usted, usted ya está siendo considerada, ya entró en el programa y ya después vendrá gente especializada para decidir qué clase de ayuda necesita su vivienda”.
Finalmente, luego de colocar un papel para indicar que la casa ya fue censada, las dos trabajadoras de la Secretaría del Bienestar se retiran del lugar.
La Secretaría del Bienestar informó que el levantamiento del censo de damnificados comenzó el viernes pasado, 10 días después del terremoto, pero en menos de 3 días los servidores de la nación ya fueron exhibidos brindando malos tratos a los afectados.
De acuerdo con la información difundida el fin de semana por el gobierno federal, “en el levantamiento de datos se identifica al jefe o la jefa de familia para recabar información de la vivienda en el formato de registro y se recogen los documentos: identificación oficial (INE), CURP y comprobante de domicilio. Finalmente, se coloca una calcomanía con número de folio del formato de emergencia para indicar que la vivienda ha sido censada”.
Sin embargo, en ningún momento explican los criterios con los que catalogarán los daños sufridos en alguna vivienda, los montos que se otorgarán a los afectados, ni si éstos se les entregarán en especie o en efectivo.