- Al rendir su tercer informe, la alcaldesa afirmó que por “el tema de la inseguridad”, Acapulco “sencillamente ya no es noticia de primera plana”, porque “hoy hay paz y tranquilidad” en el puerto
Ana Lilia Torres
La presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, afirmó que “no les fallé” a los acapulqueños, y aceptó que “nos faltaron recursos, pero no nos faltó voluntad” para trabajar por el pueblo, razón por la que se alcanzaron logros importantes en el municipio.
Al rendir este domingo su tercer y último informe de gobierno, la alcaldesa sostuvo que en estos tres años se enfrentó a los intentos de los enemigos de su gobierno por detener la transformación en Acapulco, pero no pudieron lograrlo.
“Ante las difamaciones y calumnias recibidas está el trabajo y el esfuerzo realizado en tres años de gobierno, y los opositores del avance están y siempre estarán moralmente derrotados”, subrayó Román Ocampo.
Durante la ceremonia realizada en la Sala de Cabildo del palacio municipal, la alcaldesa hizo un balance de su trabajo y sostuvo que “a tres años de distancia, el tema de la inseguridad, sencillamente ya no es noticia de primera plana. Hoy hay paz y tranquilidad en Acapulco”.
Añadió que “hoy, a pesar de los detractores de la Cuarta Transformación, entregamos un Acapulco mucho más tranquilo y en paz”.
Ante los miembros del Cabildo y representantes del Poder Legislativo y Ejecutivo, Adela Román dijo que Acapulco vive dos emergencias, la pandemia de Covid-19 y la provocada por el terremoto de magnitud 7.1 ocurrido el martes pasado, que dejó alrededor de 7 mil viviendas afectadas, por lo que hoy más que nunca se necesita unidad y trabajo en equipo.
“No es momento de disputas y mucho menos de sacar raja política de la desgracia y el peligro colectivo”, señaló Adela Román Ocampo.
Por eso “hago un llamado a las fuerzas políticas para que en este momento actuemos con responsabilidad y unidad, poniendo por encima de todo, el bienestar común”, expresó.
Hizo también un llamado al gobierno federal y estatal para trabajar de forma coordinada y atender la emergencia por el sismo y ratificó que “hasta el último día de mi administración seguiré trabajando con todo mi equipo en favor de la población acapulqueña”.
En el tema de la pandemia del Covid-19, la alcaldesa señaló que a pesar de la emergencia, gracias a las acciones de prevención y sanitización emprendidas por su gobierno, el puerto de Acapulco siguió funcionando como principal centro turístico del país.
Destacó que el Ayuntamiento destinó dos millones de pesos para las jornadas de vacunación anti Covid-19 y hoy Acapulco es el primer municipio en completar el programa íntegro de vacunación.
Recordó que se hicieron llegar apoyos a la población más vulnerables y descuentos en impuestos y servicios públicos al sector empresarial y turístico, para mitigar la crisis económica, a pesar de las limitaciones financieras del municipio.
“La única forma de apuntalar las finanzas municipales de manera sería y responsable, en este complejo escenario de la pandemia, fue la sistematización y modernización de los cobros municipales, además de que eliminamos la corrupción por los cobros ilegales que no ingresaban al Ayuntamiento”, subrayó.
Destacó su compromiso con la base trabajadora, logrando sacarla del buró de crédito en el que la dejaron las administraciones pasadas.
En materia de seguridad pública, informó que mediante la unión de esfuerzos, se logró a través de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz mayor eficacia y contundencia para bajar los índices delictivos en Acapulco.
“Aunque estamos conscientes de que aún falta mucho por hacer, puedo afirmar con gran satisfacción que le estamos ganando la batalla a la inseguridad, reconstruyendo el tejido social y recuperando la paz para la ciudadanía”, indicó.
Adela Román insistió en que “la inseguridad no es ya el principal problema de Acapulco” y dejó de ser noticia nacional e internacional por el miedo que tenía la población de caminar en la calle por las balaceras.
Hoy existe una policía comprometida y no como la que desarmó al llegar a la presidencia municipal, porque servía a la delincuencia y no a Acapulco, añadió.
Admitió que hay pendientes que por su magnitud no era posible resolverlos en un periodo tan corto, por los años en que se gestaron, y como ejemplo citó que la Capama estaba ya en quiebra técnica y con una deuda imparable de 500 millones de pesos a la CFE.
Dijo que durante la administración se invietieron 300 millones de pesos para la rehabilitación de la red de agua potable y 150 millones de pesos para infraestructura en varias colonias de la ciudad, los cuales no son suficientes ante el problema de Capama, que quedó como zona de desastres por los gobiernos anteriores.
Finalmente, Adela Román señaló que la emergencia por el sismo del martes pasado es apremiante y se requiere la unidad para sacar adelante a Acapulco.