- Salvador Rangel, responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, le advirtió a la gobernadora electa que con el cambio de gobierno puede generarse un aumento de la violencia
Redacción
Con el cambio de gobierno hay riesgo de que ocurra un reacomodo entre los grupos delictivos que operan en Guerrero que provocaría más violencia en algunas zonas del estado, advirtió el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien por eso aconsejó a la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda, dialogar con los líderes de esas organizaciones delictivas.
En declaraciones que hizo a la agencia API, el prelado advirtió que con la llegada de un nuevo gobierno hay riesgo de que haya un reacomodo entre los grupos criminales que detonaría a la vez enfrentamientos por el control del territorio en varias zonas del estado.
Aunque se reservó precisar en qué zonas podría ocurrir, porque “es peligroso para mí decirlo”, aseguró que se trata de aquellos que son “solapados” por el actual gobierno.
“Está claro que unos grupos criminales o narcotraficantes apoyaron a un partido. Entonces, algunos grupos criminales han estado aliados al mismo gobierno, y al salir estos gobiernos, estas células delictivas van a quedar desprotegidas y van a buscar imponerse o chantajear o simplemente secuestrar para llegar a ciertos arreglos”, vaticinó.
Por eso, Rangel Mendoza consideró que la gobernadora electa Evelyn Salgado debe “sostener la ley, el derecho y sacar a Guerrero adelante y que no sea botín de los grupos criminales”, pero también le aconsejó dialogar “mucho con los grupos y que escuche también sus razones”, como lo hizo él en su momento para supuestamente pacificar varias zonas de la entidad.
“Ustedes saben que hemos logrado pacificar muchos lugares, con el gobierno también, sobre todo esa zona de Chilapa, Tlapa, el mismo Chilpancingo, en los que logramos que disminuyera la delincuencia. Ciertamente ha cooperado el gobierno, pero ellos por su lado y yo por otro, y ante todo esto cabe el diálogo; tenemos que dialogar, incluso el peor de los enemigos tenemos que vernos los ojos a los ojos, la cara a la cara, porque ellos también tienen sus razones y hay que escucharlos”, señaló.
Antes, el obispo recomendó a la gobernadora electa que durante su mandato tenga prudencia, humildad y “que esté muy cerca de la gente, porque no es fácil gobernar Guerrero, y yo creo que a este gobierno fue lo que le faltó: humildad y acercarse a la gente”.
A los partidos políticos coaligados del PRI y PRD y a quien fue su candidato les recomendó respetar los resultados de la elección, “mejor hay que tener esa actitud positiva, esa cooperación, ese diálogo y todos trabajar por Guerrero. ¡No dividir a Guerrero! Y pues sí, el candidato del PRI presentará sus argumentos, pero no creo que esto vaya a cambiar la decisión del pueblo y de las autoridades electorales”, dijo.
Confirmó que cuando andaba en campaña, Evelyn Pineda se comprometió a restablecer la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, dependiente de la Secretaría General de Gobierno.
El obispo incluso explicó que la derrota de la alianza PRI-PRD en las elecciones fue producto de una “mala negociación entre las cúpulas”, porque “hubo un arreglo de cúpulas en el que se estableció que se iba a unir el PRD y el PRI y se repartieron el terreno, y está claro que el señor Evodio renunció a la candidatura por la gubernatura, pero le iban a dar a Chilpancingo al PRD. Entonces, yo creo que la mala negociación que hicieron desde las cúpulas ha sido la tumba para el PRI porque no supieron negociar del todo bien”, explicó.