• El empresario gasolinero de Chilpancingo dijo que el gobierno federal “nos cobra es el 40 por ciento del costo de la gasolina, y no escucho a nadie que proteste por eso”

Jesús Saavedra

El propietario del grupo empresarial Carreto Gasolineras de Chilpancingo, Javier Ibáñez Reyes, afirmó que los elevados precios de las gasolinas en la capital del estado se debe a los costos para transportarlo desde Iguala, a los altos impuestos que cobra el gobierno federal y de otros servicios adicionales, pero que no se trata de afectar a la economía de quienes viven en la ciudad.

El empresario que desde hace décadas se dedica a la venta de combustible en Chilpancingo explicó de inicio que la capital de Guerrero es de las pocas ciudades del país que no cuenta con una terminal de almacenamiento de combustible.

Señaló que en Iguala si hay una terminal de almacenamiento de Petróleos Mexicanos, y que “el flete de repartir el combustible en Iguala no es lo mismo que traerlo a Chilpancingo, porque son 100 kilómetros de ida y 100 kilómetros de regreso (de Chilpancingo a Iguala)”.

Abundó que también Acapulco tiene un centro de almacenamiento y explicó que “hay muchos costos que tienen que ver con la gasolinera”.

Ibáñez Reyes dijo en entrevista con el periodista Federico Sariñana que la gente se queja por los elevados precios de las gasolinas, pero “no he escuchado nadie que se manifieste porque bajen los impuestos a la gasolina” que cobra el gobierno federal, entre ellos el Impuesto Especial de Productos y Servicios, que este año aumentó de 4.95 pesos a 5.11 pesos por litro en la gasolina magna o regular, y de 4.18 pesos a 4.31 pesos, en el caso de la Premium, a principios de este año. En el caso del diésel, el IEPS es de 5.62 pesos por litro a partir del 1 de enero pasado.

Añadió que “más menos el impuesto que se nos cobra es el 40 por ciento del costo (total por litro) de la gasolina, y no escucho a nadie que proteste por eso”.

Argumentó que como propietario de estaciones de servicio tiene “gastos de luz, seguridad, agua, recolección de basura, abogados, contadores. Todos nuestros trabajadores están dados de alta en el IMSS, tienen buen sueldo, se les provee de 3 uniformes al año, nuestro grupo de empresas genera 150 empleos directos”.

Explicó además que el precio de la gasolina “tiene que ver con muchos factores, como el precio internacional del petróleo; la mayoría de la gasolina se importa y la pagamos en dólares. Entonces si el dólar sube, el precio de la gasolina sube”, señaló.

Recordó que desde que inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador “lo que si ha cambiado, y tristemente lo digo, es el desabasto. De un año para acá ha habido desabasto para Chilpancingo y nadie ha protestado. Acapulco no ha tenido desabasto. Iguala ligeramente desabasto. Chilpancingo si, le falta combustible. Hace ocho meses se empezó a medio normalizar el abasto, en Chilpancingo se surte en Iguala y cuando no hay en Iguala, absurdamente no nos autorizan cargar en Acapulco”, reveló.

Ibáñez Reyes aceptó que ahora “hay más competencia y eso nos favorece a todos”.

Recomendó a “quienes andan quisquillosos por los precios” que “chequen también nuestros contratos de abastecimiento con Pemex, el precio que ellos pone y los impuestos los pone el gobierno federal”.

Agregó que respetaba la posición de algunos grupos del transporte público y admitió que “siempre habrá quien se inconforme” por el aumento de los precios de las gasolinas, “y están en todo su derecho”.

Sin embargo, consideró que “hay gente que habla a la ligera”, y reveló que “ha habido revisiones de sorpresa a las empresas de parte de la Profeco y nunca hemos sido clausurados”.