- Erika Alcaraz reveló que el cuerpo de la menor fue hallado en un sitio en el que ya habían buscada, por lo que no descartó que el homicida haya participado en las primeras acciones de búsqueda
Alondra García
El asesino de la niña Ayelin era una persona cercana, que vivía en su misma colonia y que incluso pudo participar en las acciones de búsqueda de la menor para simular preocupación, reveló la alcaldesa de Tixtla, Érika Alcaraz Sosa.
En entrevista, informó que hay por lo menos tres sospechosos y que uno ya fue detenido por la Fiscalía General del Estado (FGE).
La niña de 13 años Ayelin desapareció desde el jueves de la semana pasada y su cuerpo sin vida fue localizado cuatro días después en una barranca. Estaba decapitada.
El lugar del hallazgo se encuentra cerca de su casa y las autoridades ya habían buscado extensamente en esa zona.
De acuerdo con la alcaldesa Alcaraz, esa situación hace suponer que no había manera de que alguien externo a la colonia pudiera ingresar a depositar el cuerpo de la menor.
Detalló que desde el momento en que se emitió la alerta por la desaparición de Ayelin, la colonia donde ella vivía estuvo bajo vigilancia policiaca.
Por ello, ninguna persona ajena o extraña a ese asentamiento humano podía transitar por ahí sin que las autoridades le preguntaran el motivo de la visita.
“No hay manera de que alguien externo hubiera transitado por ahí con alguna bolsa, con algún objeto donde pudiera llevar el cuerpo de la pequeña para depositarlo ahí”, afirmó Alcaraz Sosa.
“La persona que depositó el cuerpo ahí (en la barranca) pues de ahí salió (de la colonia), ahí está, yo insisto; a lo mejor hasta anduvo en la búsqueda, porque no hay manera de que alguien de fuera entrara para depositar el cuerpo de la pequeña”, aseveró.
En la entrevista, Alcaraz Sosa también confirmó que la Fiscalía General del Estado ya tiene detenido a un sospechoso, a quien se le está interrogando.
Reveló que hay “una lista como de tres personas sospechosas” que van a ser requeridas por la FGE para ser interrogadas.
Detalló que todos los sospechosos son vecinos de la colonia en que vivía Ayelin.
La alcaldesa recordó algunos detalles de las primeras horas de búsqueda, luego que se dio a conocer la desaparición de la menor.
Indicó que ella tuvo conocimiento del hecho alrededor de las once de la noche del jueves 15 de octubre.
Indicó que de inmediato se pusieron en marcha tres operativos de búsqueda, con la participación de la Policía Preventiva, Protección Civil y estudiantes de Ayotzinapa.
También se buscó la comunicación con el Gobierno de Guerrero y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La mamá de la menor presentó la denuncia ante el Ministerio Público hasta el día siguiente, viernes 16 de octubre; entonces el fiscal regional se incorporó a los trabajos de búsqueda junto a la encargada de la Fiscalía Especial para personas desaparecidas y llegaron al municipio binomios caninos.
Alcaraz Sosa insistió que el lugar donde fue localizado el cuerpo de Ayelin fue el primero en el que buscaron y la revisión se repitió en varias ocasiones, sin resultados positivos.
“La casa de Ayelín conecta con la barranca, nos comentaron que por ahí la vieron que pasó y porque ese era un camino que solía transitar cada vez que salía de su casa para ir al centro, en lugar de darle por la vía más transitada, ella prefería darle por la ruta de la barranca (…); se buscó una y otra vez ahí, los perros estuvieron rastreando con la ropa de la niña, la misma familia recorrió junto con ellos esa zona y nunca se encontró a nadie, los muchachos (normalistas) de Ayotzinapa recorrieron esa zona, realmente fue mucha la gente que participó y ese lugar se recorrió muchas veces”, apuntó la alcaldesa.
Por ello, sostuvo que “es imposible que no se hubiera detectado algo, en caso de que la niña estuviera por ahí, no estaba en ese lugar”.
“La niña nunca salió de ahí, la persona que hizo eso tuvo que haber sacado (y depositado el cuerpo en la barranca) la madrugada del lunes, justo cuando se percató de que se abandonaba el lugar para que en la mañana del lunes apareciera el cadáver ahí”, aseveró.
Alcaraz Sosa calificó este crimen como “una pesadilla. Es algo que nos agravia a todos. A mí como madre y como mujer, es algo que no debió pasar y que lamentamos, reprobamos y condenamos. Nos unimos a la exigencia de justicia”, apuntó.