• El perredista Alberto Catalán consideró que la del Grupo Chilpo es “una muy buena propuesta” y hay que encaminarla

Redacción

El presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Alberto Catalán Bastida, consideró positiva la propuesta de prohibir la venta de bebidas y alimentos chatarra a niños y adolescentes, la cual fue promovida por el Grupo Chilpo y 23 organizaciones empresariales.

La jornada del miércoles, el legislador perredista recibió la propuesta del Grupo Chilpo y organizaciones filiales.

La mañana de este jueves, la misma iniciativa fue distribuida ente los coordinadores de fracción y representantes de partido, con la intención de que la conozcan y si la consideran viable, la impulsen.

En entrevista, el diputado perredista explicó que la propuesta va en el sentido de no permitir que los menores tengan acceso a comida chatarra y bebidas azucaradas en los establecimientos comerciales. 

De esa manera, la responsabilidad del consumo recaería en sus padres. 

“La verdad es que esta es una muy buena propuesta, hay que apoyarla, encaminarla para darle el seguimiento correspondiente”, destacó en un primer momento.

También consideró viable el que los promoventes tengan pensado el convocar a foros de discusión para que más personas interesadas en el tema puedan participar.

De hecho, manifestó que como integrante de la fracción parlamentaria del PRD estaría en la disposición de promover las mesas de trabajo que se necesiten, con especialistas en el ámbito de la salud pública y revisar los problemas que actualmente se enfrentan en Guerrero en materia de obesidad en los menores de edad, porque en el mediano plazo pueden incidir en las estadísticas de enfermedades crónico degenerativas como a diabetes.

En el inicio de la semana, el presidente de la Comisión de Educación, Ricardo Castillo Peña, explicó que ya existe un dictamen que planea la prohibición de que exista una venta de productos chatarra al interior de las escuelas, lo que se trabajó mucho antes de que en el estado de Oaxaca se aprobara la prohibición general.

El diputado Catalán sostuvo que casi todos los ciudadanos conocen el caso de algún familiar, que encuentra en los productos chatarra una especie de recompensa y poco a poco se fomenta el daño en el régimen alimenticio de los niños.

Aclaró que no se trata de una prohibición radical, sino una restricción que descarga en los jefes de familia la responsabilidad de controlar el acceso de los menores a dichos alimentos.